La visita a Washington: Fernando Moreno Peña

 

El ex gobernador de Colima, Fernando Moreno Peña, al tocar el tema de la visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador a Estados Unidos de América, señaló que fue evidente, primero que no fue una visita de Estado, sino de gobierno y que se notó la molestia de los norteamericanos por el desaire de su asistencia a la Cumbre y declarar querer desmantelar la Estatua de la Libertad.

Consideró que hay varios puntos a analizar, expuso el ex mandatario estatal, uno de ellos, que durante esta visita no se dio la “Puerta de Protocolo” que es cuando el presidente de Estados Unidos de manera personal recibe a los mandatarios en la puerta de la Casa Blanca.

Además, durante el mensaje de López Obrador, en un mensaje de aproximadamente 30 minutos, intentó dar consejos a John Biden, lo cual evidentemente molestó al presidente norteamericano, de cómo tratar a los republicanos; le quiso decir al final como tratar a los conservadores, tal y como los trata en México, descalificándolos, ofendiendo.

Aunque consideró que primero hay que ver el contexto de cómo se dio esta reunión, se da más que nada por la inasistencia de López Obrador a la Cumbre, si no, no hubiera habido esta reunión, porque en la cumbre el presidente mexicano hubiera conseguido los 45 minutos con Biden, si hubiera querido ir.

“El presidente Biden está interesado, porque viene la campaña intermedia de diputados, senadores y gobernadores, y el voto latino cuenta”, externó.

Fue una visita ‘metida con calzador’ por la no asistencia a la Cumbre de López Obrador, porque allá se agendan las cosas con el presidente con un año de anticipación, solo que sea excepto crisis o situaciones de emergencia.

También destaca que mientras el presidente López Obrador está Washington, el presidente Biden ya no está, ni siquiera está en Estados Unidos, voló a Arabia Saudita, país que, por su movimiento económico, petrolero, estabilidad en materia de seguridad, entre otros, es muy importante para Estados Unidos.

“Biden en esta actividad en la Casa Blanca estaba metido en su viaje a Arabia Saudita, no en el tema de México”, comentó.

Muchos, comentó, podrían considerar una grosería que Biden ya no esté en Estados Unidos mientras continúa López Obrador en ese país, pero “de ese tamaño es la importancia que representa México para Estados Unidos”.

Son lecciones, mencionó, que se tienen que aprender, “que todas las crisis, toda la crítica a la Cumbre de las Américas realizada en Estados Unidos, su no asistencia y la insistencia que acudieran países con una dictadura, es como ‘cobran’ los norteamericanos, te mandan señales de desprecio, te mandan señales de que están molestos, te mandan señales de que no los puedes chantajear, pretender cambiar su agenda, y lamentablemente fue lo que el presidente López Obrador hizo”.

¿Cómo pueden recibir con cordialidad, con todas las atenciones, si quieres desmantelar la estatua de la Libertad?, (…) no puedes esperar que te traten de otra manera, más cuando el presidente Biden no puede dar signos de debilidad ante el gobierno de México, aunque tuviera la razón México, no puede el imperio dar muestras de debilidad, más cuando tienen la presión de los senadores.

Recordando que, en toda la prensa internacional, se publicó la exigencia del senador Bob Meléndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, que está pidiéndole al presidente Biden que reclame a López Obrador por la muerte y persecución de periodistas en México y por las agresiones desde el gobierno hacia los periodistas.

Además, no aparece la visita del presidente López Obrador en primera plana en los grandes periódicos de Estados Unidos, siendo además un mal día pues ese martes (12 de julio) se reunió la Comisión que analiza el atentado a la democracia que hizo Donald Trump el 6 de enero, cuando intentó bloquear la decisión de que Biden había ganado la elección, entonces todos los reflectores locales están más metidos en ese tema.

“Es más nota, que hayan cancelado ya la compra de Twitter para los norteamericanos que la visita del presidente de México”, resaltó.

Cuando el presidente López Obrador plantea que va a desmantelar la Estatua de la Libertad porque le van a dar prisión, quizá perpetua a Julian Assange, de Wikileaks, por difundir notas comprometedoras, el propio senador Bob Meléndez aseguró que los norteamericanos tienen la decisión de encarcelar a quien ellos quieran y se pregunta porque en México se tiene detenida a Rosario Robles y otras personas.

Aunado a ello, expresó, no es una visita de Estado, es una vista de gobierno, las visitas de Estado tienen otro protocolo, hay una conferencia de prensa conjunta, hay una reunión en el Jardín de las Rosas, donde salen los dos a la toma de fotografías, hay un almuerzo, comida o cena, etc., esas son las señales de la molestia que ellos tienen. Tienen el compromiso de recibirlo y de platicar los temas.

Dicha reunión estaba programada para 1 hora de duración, López Obrador habló durante 30 minutos y Biden únicamente 15, y al final la reunión tuvo una duración de 45 minutos.

Biden, además, no dio respuesta a ninguna de las peticiones de López Obrador, no se comprometió a nada, “eso también es delicado”, precisó.

Van tres veces que López Obrador va a Estados Unidos, contra toda la tradición de todos, no ha ido ni una sola vez al Congreso, pues son ellos la Cámara de Representantes y el Senado quienes aprueban el dinero, los convenios, apoyos, etc., “todos los temas que plantea el presidente mexicano, no son problemas que va a resolver Biden tienen que pasar por el Congreso”.

Sobre todo, externó, los migratorios que son los de mayor interés para México. También los fondos que el presidente mexicano reclama para obras de infraestructura en el sur-sureste, ‘en la frontera de abajo’ y López Obrador en sus tres visitas, no ha acudido al Congreso, tampoco se ha reunido con grupos de migrantes, “no se escuchó en el discurso del presidente Andrés Manuel que hubiera planteado lo que los mexicanos de aquí y de allá querían oír, que fueron las visas para trabajar legalmente”.

Las cosas de forma, que no fue una visita de Estado, que no fue recibido a su llegada a la Casa Blanca por el presidente, que desayuna con Kamala Harris, vicepresidenta, no es el nivel para el presidente, y solo fue de cortesía. El protocolo no fue el adecuado.

López Obrador, trató cinco puntos; los dos primeros que plantea, es ofrecerle a Biden, no pedirle, cuando es momento que se debe aprovechar para pedirle, ofreciéndole primero aumentar los inventarios de gasolina para que los norteamericanos puedan adquirir en México gasolina más barata que en Estados Unidos porque aquí ustedes la dan a 4.78 el galón y nosotros a 3.20; -Biden soltó una risita, porque ellos nos venden el 70 por ciento de la gasolina- entonces ¡qué les va a ofrecer a los norteamericanos, gasolina barata, sin el impuesto?.

Segundo tema, le ofreció al presidente norteamericano que en los 3 mil kilómetros de frontera las tuberías para que los norteamericanos tengan gas, pero si los mexicanos no producen gas, “el sistema de tuberías de la frontera están para recibir gas e introducirlo al país (México), no están diseñadas para ir al revés, enviando de aquí para allá, todo eso es una logística que en realidad no tiene sentido”.

“Le estamos ofreciendo los ductos de la frontera que los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN construyeron para tener gas de Estados Unidos. No le explicaron al presidente López Obrador que no funcionan de aquí para allá, porque la maquinaría, la operación de esos sistemas está en Estados Unidos”, externó.

El tercer tema, manifestó Moreno Peña, es bajar los aranceles de productos agrícolas para que lleguen a México a mejor precio y así abatir la inflación, eso claro que se puede hacer, recordando que casi el 80 por ciento del maíz que consume México viene de Estados Unidos, entre otros.

La inflación no solo se puede combatir así, son medidas de otra naturaleza que se tiene que hacer para bajar este porcentaje.

El cuarto punto, añadió, fueron las inversiones en el sur, para reactivar la economía, pero eso “depende del Congreso, no depende del presidente Biden, el presidente puede, hacer que fluya inversión privada, de hecho, la inversión de 4 mil 400 millones de dólares va a ser de inversiones privadas.

Y el quinto punto, el migratorio, el cual tiene dos vías, la primera, regularizar a los mexicanos que están en Estados Unidos de años, porque se ha incrementando notablemente el número de mexicanos expulsados, este enero a junio de 2022 ha sido fatal, solo en junio fueron 50 mil.

Pero, como el presidente de México se siente líder de Latinoamérica mete en el mismo paquete a salvadoreños, hondureños, etc., algo que no le corresponde a López Obrador, que para eso esos países tienen sus propios presidentes.

El segundo punto en el tema migratorio, es que Estados Unidos le entregue o le otorgue a México visas para que gente vaya a trabajar, porque ustedes necesitan esa mano de obra.

López Obrador en otras circunstancias le hubiera caído bien a Biden, porque dijo que China desde hace 30 años se está convirtiendo en la fábrica del mundo, lo cual fue interrumpido por Biden quien le dijo “usted en este momento está en la fábrica más importante del mundo y somos el primer país productor de alimentos”.

Biden tiene un margen en el tema migratorio, el podrá ver lo de los mexicanos ya radicados en Estados Unidos, pero en el caso de las nuevas visas, es una política que está actualmente detenida en el Congreso, porque los republicanos no quieren darle un ‘triunfo’ a Biden, porque será uno de los temas de las campañas que vienen.

López Obrador agregó que “usted puede convencer a los conservadores, porque al final el conservadurismo no lleva a ningún lado”, siendo que Estados Unidos es el país más conservador que hay, no se puede ir a insultar en su cara y en su oficina.

Respondiéndole Biden, que al parecer ya no se aguantó, “aquí a los opositores se les trata con respeto”.

“No hubo ninguna respuesta a ninguno de los planteamientos”, externó.