Los saldos de la cumbre.

La cumbre de las Américas, celebrada en Los Ángeles la primera semana de junio, pasó sin pena ni gloria, como una cumbre más que no arroja resultados tangibles y benéficos para los países que forman parte de estas reuniones. Tampoco el presidente Biden, convocante de la misma, obtuvo beneficios que acrediten su liderazgo y le ayuden a sortear la crisis por la que atraviesa su gobierno. No fue un fracaso, pero tampoco un éxito.

En el plano económico, Biden trató de moderar las restricciones económicas impuestas por el presidente Trump, y su propuesta de una Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica, poco añade en materia comercial al no contemplar la suscripción de nuevos acuerdos de libre comercio con países de la región y en materia de inversión, apuesta todo al sector privado, sin añadir recursos públicos y deja intocado el problema de la deuda.

La migración resultó ser el asunto principal de la reunión, pero perdió fuerza el tema porque algunos presidentes de los países expulsores de migrantes a E.U. no asistieron y sólo se plantearon buenas intenciones sobre la ampliación de vías legales sobre los migrantes, protección de los derechos humanos y condiciones de vida de los migrantes y combate al tráfico de personas.

El tema antes y después de la cumbre, estuvo dominada por la polarización entre la inclusión y la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela, a quienes E.U excluyó por no considerarlas naciones democráticas, siendo el presidente AMLO el impulsor de este debate y condicionó su asistencia, no logrando su objetivo de que E.U. invitara a esos gobiernos, lo que se consideró un error del presidente AMLO, que apostó al supuesto peso multilateral de México y dejó en evidencia su postura en favor del eje autoritario de América Latina.

La postura del presidente AMLO, de condicionar su inasistencia a la cumbre, sin duda estuvo motivada no por un tema de política exterior, como debió haber sido, sino de política interior, convencido de que un número importante de mexicanos veían con buenos ojos su enfrentamiento con Biden y su base dura de seguidores aplaudirían el desaire a E.U. y su respaldo a los dictadores latinoamericanos.

Por otra parte, hubo presidentes que tocaron el tema de la exclusión de los gobiernos dictatoriales, como el de Argentina,  que fijó una posición seria, profesional y puntual de que el país sede no debe tener la facultad de decidir a quién invita o no. El presidente AMLO perdió una gran oportunidad de asistir, tocar el tema migratorio que tanto interesa a los mexicanos y decir de frente al presidente Biden su rechazo a la exclusión de gobiernos no democráticos.

Además, el presidente AMLO perdió la paciencia respecto a la política interior de E.U y se quejó de la forma en que los grupos de interés que participan decididamente en la política estadunidense, se imponen en la toma de decisiones respecto a los países latinoamericanos y así, el presidente AMLO quedó entrapado en un pleito con legisladores norteamericanos de mucho peso en el Senado de E.U., enfrentamiento que ameritó acusaciones graves en contra del gobierno mexicano y que derivaron en que el presidente AMLO bajara el nivel y debatiera con Senadores, respondiera acusaciones, los acusara a su vez, en lugar de haber debatido con los presidentes latinoamericanos y con el propio presidente Biden.

Acusan senadores de E.U

El senador republicano Marco Rubio, acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador de ser un “apologista de la tiranía”, luego de que el mexicano anunciará que no participará en la Cumbre de las Américas.

“Me alegra ver que el presidente mexicano, que ha entregado secciones de su país a los cárteles de droga y es un apologista de la tiranía en Cuba, un dictador asesino en Nicaragua y de un narcotraficante en Venezuela, no estará en Estados Unidos esta semana”, tuiteó Rubio.

El Senador republicano Ted Cruz, acusó al presidente AMLO de supuestos nexos con el narcotráfico

El senador demócrata cubano estadunidense Robert Menéndez, poderoso jefe del Comité de Relaciones Exteriores, afirmó que la decisión de Biden es un triunfo de su posición de que “la cumbre es una oportunidad para que las democracias –y no hampones autoritarios– a través del hemisferio forjen una agenda que promueva nuestra prosperidad y valores democráticos compartidos”, y se atribuyó el crédito de que Biden haya preservado la cumbre como «una reunión de democracias».

Responde AMLO

Andrés Manuel López Obrador emplazó a los senadores Mario Rubio y Ted Cruz a que presenten pruebas de que su gobierno cedió territorio al narcotráfico (como lo afirmaron), “porque yo sí tengo pruebas de que reciben financiamiento de la Asociación Nacional del Rifle para sus campañas. En este contexto lanzó: ¿Cuál es mi vinculación con el narcotráfico en México? Yo no soy Felipe Calderón, aunque no les guste”.

“Sí en cambio estos senadores Ted Cruz y (Robert) Menéndez, entre otros, aprobaron casi por unanimidad 40 mil millones de dólares destinados a armas para Ucrania”.

Acusó a Ted Cruz de haber recibido 120 mil dólares de la Asociación Nacional del Rifle para financiar su campaña electoral, poco antes de ordenar la difusión de un video relacionado con este legislador y los presuntos vínculos con esa organización.

El senador republicano Marco Rubio respondió al desafío que lanzó el presidente Andrés Manuel López Obrador y lo acusó de elogiar solamente a dictadores: “Un presidente que tiene palabras duras para líderes democráticamente electos en Estados Unidos, pero elogios para un dictador en Nicaragua, un narcotraficante en Venezuela y una tiranía marxista en Cuba”, tuiteó Rubio.

A su vez el senador Bod Menéndez acusó al presidente AMLO de que intentó chantajear al presidente Biden al exigirle que invitará a la cumbre a Cuba, Venezuela y Nicaragua: «En lugar de venir a la Cumbre y fortalecer la relación con Estados Unidos después de cuatro años de Donald Trump, (López Obrador) optó por mantenerse al margen y ponerse del lado de dictadores y déspotas”.

Otra reacción de E.U. corrió a cargo de un grupo congresistas del partido demócrata, acusando que el presidente AMLO no tiene como prioridad la protección de la libertad de prensa en México y, por el contrario, ha denigrado a los periodistas.

En una carta enviada al secretario de Estado de EU, Anthony Blinken, los demócratas le piden presionar al Gobierno mexicano reforzar la protección ante el alto número de periodistas asesinados y la creciente hostilidad contra la prensa en el País.

Marcelo Ebrard afirmó que en México hay plena libertad de expresión y destacó que los casos de homicidios de comunicadores se investigan para que no haya impunidad: «México es un país donde, yo diría, hay una libertad de prensa muy amplia, el presidente de la República todos los días está dos horas, le preguntan de todo, antes no había ni conferencias de prensa». Un periodista presente respondió a Ebrard señalando que parte de esas dos horas de las mañaneras es para denigrar a los periodistas mexicanos. Dijo Blinken en el evento organizado por la Escuela de Periodismo de la Universidad Estatal de Arizona.

Otra reacción de E.U., ocurrió el 16 de junio, cuando el gobierno incrementó el nivel de alerta de viajes a México a sus conciudadanos y les recomendó que no viajen o desistan de hacerlo, a Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas. Además, les pide a sus ciudadanos que extremen precauciones si viajan o que no viajen a 30 Estados de México y que sólo pueden viajar sin peligro a Campeche y Yucatán.

Otra reacción de E.U. fue un informe del Congreso de los E.U. publicado después de la cumbre, que afirma: “A más de la mitad del sexenio de López Obrador, podría decirse que ha logrado pocos de sus objetivos anticorrupción y de justicia penal. El presidente mexicano, ha abogado por políticas que se centren en las causas profundas del crimen, pero su gobierno no ha llevado operaciones antinarcóticos de manera constante”. Cabe precisar que los senadores norteamericanos no presentaron prueba alguna de los supuestos vínculos del gobierno mexicano con el narcotráfico, no obstante que el presidente AMLO los emplazó a que presentaran las pruebas. No prueban nada, pero están construyendo una narrativa.