Día mundial del Vocho: El VW Sedán más caro del mundo

No es un secreto que el mantener en óptimas condiciones un auto clásico puede aumentar su valor con los años. En la mayoría de los casos, el dueño suele manejar por algunos kilómetros el auto, darle algunos retoques para mantenerlo lo más original posible y añadirlo a su colección, donde pasará estacionado la mayor parte del tiempo.

Sin embargo, algunas veces suelen salir a la luz ejemplares extraordinarios. Tal es el caso de este Volkswagen Vocho único en el mundo. No se trata de una edición limitada, ni tampoco de un prototipo, pues es un modelo “común y corriente” de 1964.
Lo realmente impresionante de este ejemplar es que se ha conservado en condiciones impecables desde su fabricación. Este Vocho cuenta con apenas 37 kilómetros recorridos según sus dueños, jamás ha sido lavado para no afectar la pintura y lo mantienen guardado en una bodega con poca luz para que las vestiduras no se lastimen.

De acuerdo con los dueños actuales, el modelo solamente rodó de la agencia a la casa en donde se encuentra actualmente y jamás volvió a pisar las calles. Este ejemplar fue comprado como un “auto de repuestos” en caso de que el Vocho 1957 que tenían fallara y necesitaran refacciones.

Rudy Zvarich, coleccionista que compró este VW Beetle en esa época, se dio cuenta de que jamás lo necesitó, así que lo guardó bajo una cubierta de plástico. Zvarich murió en 2014 a los 87 años de edad y le heredó el Vocho a uno de sus sobrinos.

Fue entonces cuando el sobrino se percató de que lo que tenía entre sus manos era una joya de la industria automotriz. El auto contaba con sus folletos originales, sellos de garantía, batería de la época sin activar y accesorios tal y como los mandaban de agencia en aquellos tiempos.

Jamás se lavó el auto desde 1964 hasta 2014, lo que mantenía a la pintura prácticamente sin un rayón. Tampoco se le había hecho ningún cambio de partes ni mantenimiento, por lo que todas sus piezas eran originales.

Se sabe que hace algunos se realizó una subasta privada por el modelo entre coleccionistas de este auto. No hay un precio concreto, pues el evento fue sumamente hermético, pero se dice que se pagaron cerca de un millón de dólares por este auto.

Tampoco se sabe quién fue el comprador, pero algunos rumores apuntan a que fue un representante enviado por Volkswagen a la Subasta para comprar al ejemplar y traerlo de regreso al museo de la firma alemana.
CON INFORMACIÓN DE EL UNIVERSAL