La opinión| LA JUSTICIA A DEBATE Por Eladio Cárdenas Ramírez.

DESESPERACÓN ELECTORAL:
Cuando la mayoría de los ciudadanos esperaba una jornada electoral de verdaderas propuestas y soluciones a la problemática que ha venido enfrentando el Estado de Colima, tanto en seguridad como en la eficiencia de los servicios públicos municipales, la verdad es que la mayoría de candidatos no conocen las funciones que, de obtener el triunfo, deberían realizar.

Todo parece indicar que lo más importante para quienes aspiran a un cargo de elección popular, es el show que han protagonizado en las distintas redes sociales, dedicándose golpear a los adversarios que consideran tienen mayores perspectivas de obtener la preferencia del electorado y al darse cuenta que no obtienen incremento en su rating político, han recurrido a la guerra sucia, contando por supuesto con la anuencia de los líderes nacionales de dichos Institutos Políticos.

Lo peor de todo es que ni ellos mismos se creen sus propias mentiras, pues ya han manifestado la posibilidad de conformar una alianza de facto, sin embargo, los menos favorecidos en las encuestas de inmediato negaron tal posibilidad, pero de darse sería el acabose de dichos partidos, pues los simpatizantes de los diferentes candidatos se desencantarían e incluso votarían en su contra, además de que a nadie asustan ya con el petate del muerto, dado que la ciudadanía colimense a madurado políticamente y ahora ya escoge bien a sus candidatos, no como antaño que se entregaba el voto por lo guapa o guapo del candidato o candidata y que a la larga, nunca produjo frutos.

Ahora bien, el candidato emecista a la gubernatura del Estado, realiza promesas como la de convertir a Manzanillo, en una de las diez ciudades con mejor calidad de vida en el País, si ello fuera cierto, Colima capital sería ya un paraíso, lo cual dista mucho de ser, y bien pudiera decir el referido candidato que Manzanillo es netamente turístico, mas no debe olvidar que en sus dos períodos que ha ejercido como alcalde, pudo realizar obras que atrajeran al turismo, y hasta donde se ve, no hay nada atractivo que ofrecer a los visitantes, salvo las calles citadinas de primera, porque no pueden los automovilistas circular en segunda por el mal estado en que se encuentran. Bueno, quizás las bardas que puso como reductores de velocidad por la avenida San Fernando, frente a la Secundaria Miguel Virgen Morfón entre otras.
¿COMPADRAZGO?

No puede entenderse de otra manera el actuar de Mario Delgado, presidente nacional de MORENA, sino como aquel viejo refrán que se les endilgaba a los políticos que detentaban el poder o alguna representación de las organizaciones sindicales de hay te va compadre, devuélvemela compadre, al transferir el cargo a su compadre y de nuevo su compadre le devolvía el cargo.
Resulta una verdadera aberración que ante la aplicación de la Ley por parte tanto del Instituto Nacional Electoral, como del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de impedir la candidatura de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón Orozco, ahora sean designados por el líder morenistas, como dirigentes estatales de MORENA en Guerrero y Michoacán.

Todo parece indicar que los dirigentes de MORENA poco o nada les importa observar sus propios estatutos, pues en el artículo tercero de dichos estatutos, publicados en el Diario Oficial de la Federación, el 5 de noviembre de 2014, en su inciso b, se establece Que a las y los Protagonistas del cambio verdadero no los mueva la ambición al dinero, ni el poder para beneficio propio; en tanto que en su inciso f se prohíbe el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, el patrimonialismo, el clientelismo, la perpetuación en los cargos, el uso de recursos para imponer o manipular la voluntad de otras y otros, la corrupción y el entreguismo.
Así mismo en su artículo 7º.- mandata que Todos los órganos de dirección de MORENA se constituirán buscando garantizar la equidad de la representación, tanto en términos de género, como de edad, origen étnico, actividad, condiciones económicas, sociales y de procedencia (regional, estatal, municipal, comunitaria), así como la diversidad y pluralidad que caracterizan al pueblo de México.
Y finalmente en su ordinal da las bases para la organización de dicho partido, instituye la base para su estructura, decretando en su inciso e que las coordinaciones distritales serán la base para integrar los Congresos y Consejos Estatales, así como al Comité Ejecutivo Estatal, sin embargo, de nada sirvieron dichos estatutos pues a pesar de ello, Mario Delgado por su poder realiza dicha designación, sin tomar en cuenta a los integrantes del dicho partido en sus respectivos Estados. Así se pretende hacer crecer a MORENA o se estará buscando su desaparición.

COMO MEJORAR LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA EN COLIMA:

Para nadie es nuevo la forma tan anacrónica con que se imparte justicia en el Estado de Colima, pues a pesar de la lentitud con que trabajan la mayoría de Jueces, secretarios de acuerdos, actuarios e incluso el personal sindicalizado, el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia no se ha dado a la tarea de mejorar la justicia colimense, ni mucho menos por hacer asequible una autoridad garante del Constitucionalismo, que preconiza el párrafo tercero de nuestra Carta Magna, como lo es la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
Muy lejos se encuentra nuestra patria chica de contar con un poder judicial que haga efectivo el control de la constitucionalidad y de la convencionalidad, pues en verdad no existe una verdadera independencia judicial, pues aún persiste el funcionamiento presidencialista en el órgano colegiado, amén de la existencia de una verdadera carrera judicial, además de que no se definen los perfiles de los cargos que ocupan magistrados y jueces, ni mucho menos se basan en criterios objetivos con base en la capacidad y en el mérito, para el nombramiento de los cargos, ni mucho menos se cuenta con una limitación de mandato, pues no se debe permitir que el mandato se prorrogue por más de una vez.
Si cuando menos hubiese la observancia de lo anterior, no existirían arbitrariedades ni retraso en la aplicación de la ley, mas sería loable contar con una administración de justicia moderna, eficaz y de calidad, que asegure la calidad de respuesta y la rapidez en la resolución y garantías de los derechos fundamentales, mediante una organización judicial rigurosa y eficiente.
Es verdad que para ello se requiere un importante esfuerzo inversor, a fin de que exista el número adecuado de jueces tanto del género femenino como del masculino, así como contar con instalaciones adecuadas y dotar al personal instructor de los medios técnicos necesarios para el buen desempeño de la función para el desempeño de las nuevas tecnologías, pues día con día se incrementa la demanda de quienes requieren la intervención de un jurista especializado en la materia, ya sea familiar, civil, mercantil o la justicia de paz, todo ello mediante los principios de eficiencia, coordinación y delimitación de funciones.
Claro que se debe tomar en cuenta la remuneración adecuada de los impartidores de justicia, a fin de evitar al máximo la corrupción e implantar a la vez cargas máximas de trabajo, adoptando las medidas preventivas para hacer frente a riesgos psicosociales.
En la actualidad, no existe un verdadero respaldo del Órgano colegiado para los subalternos, ni mucho menos una vigilancia del trabajo a desarrollar o desarrollado, lo cual ha traído consigo, múltiples quejas de los abogados litigantes, aunque muchos prefieren quedarse callados por temor a represalias, en lo concerniente a mayor retraso en la respuesta a las promociones que presentan ante distintos juzgados, sin tomar en cuenta la obligación que impone a la autoridad el artículo octavo de nuestra máxima ley. Hasta la próxima.