La opinión| LA JUSTICIA A DEBATE Por Eladio Cárdenas Ramírez

PRETEXTOENDEMIA EN EL S.T.J.
Ahora resulta que, con el pretexto de la pandemia, los “guardianes del orden”, llamase policías estatales que se encuentran comisionados en el edificio del Poder Judicial, realizan rondines para sacar de dicho inmueble a quienes “no tengan nada que hacer allí” aduciendo que se trata de evitar aglomeraciones; al respecto mi primer pregunta es ¿acaso un abogado o licenciado en derecho no tiene nada que hacer en los juzgados?, en ese sentido, sale sobrando la pregunta tiene algo que hacer aquí, sino salgase, así la expresión, como si estuvieran en su casa para correr de los tribunales a los usuarios del servicio de impartición de justicia y si les dices que estás esperando revisar algún expediente o en espera de algún servidor público andan atrás de ti, como si se tratase de un delincuente, presionándote para que te salgas del edificio. ¿Eso es salvaguardar los derechos de los ciudadanos?

Lo peor de todo es que el notificador de la Oficina Central de Depósitos y Consignaciones, que siempre se la pasa a un lado del gendarme, en lugar de ponerse a trabajar, es quien azuza a los policías para que saquen a las personas del edificio, Ojo Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, pues mientras usted se la pasa en reuniones, los empleados hacen como que trabajan.

Aún más peor es la actuación del encargado del archivo del Juzgado Segundo de lo Familiar, que de por sí se cree el dueño del Juzgado y atiende de mala gana a las persona y cuando se le exige el cumplimiento de su trabajo se molesta, por lo que en varias ocasiones se ha tenido que hablar con la Juez de dicho órgano jurisdiccional, a quien por cierto le caracteriza el don de gentes y de inmediato se soluciona cualquier problema, por no decir cualquier capricho del “archivista” quien por lo regular se la pasa por fuera del archivo, asesorando personas, como si fuese abogado y aunque lo fuera, mientras esté dentro de su horario de trabajo, debe atender al público.

Resulta que con eso de la pandemia, la mayoría de los empleados de los juzgados hasta ponen letreros en los cristales de las oficinas “si no tiene cita no se le atenderá”, cuando si bien es cierto que se inventaron sus mentados protocolos, en la página del Supremo Tribunal de Justicia se informa que se debe obtener cita para consulta de expedientes o para realizar cualquier trámite, sin embargo, se aclara en caso de no tener cita se le atenderá de acuerdo a la disponibilidad que se tenga, a lo que los empleados del poder judicial hacen caso omiso.
Señor Presidente mejore el servicio de administración de Justicia:
Es menester que tanto el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia ponga más atención en los servicios que se prestan a quienes solicitan la intervención de la autoridad para dirimir alguna controversia, pero además, que las personas que presten dichos servicios sean personas con amplio criterio y profesionales, en la prestación de dichos servicios, pues no basta ser profesionista para ser profesional, como es el caso de dos personas que se encuentran en la puerta de entrada a los Juzgados, que según su decir son abogados y que en lugar de prestar un buen servicio, lo entorpecen y lo hacen aún más deficiente de lo que se hace de manera general, pues se reitera que con el pretexto de la pandemia y de sus famosos protocolos dejan mucho que desear respecto a la prestación de su trabajo.
Se habla de modernización que se lleva a cabo en el interior del Supremo Tribunal de Justicia, pero la verdad es que el servicio que se presta es pésimo y anacrónico, y aun mas, con el personal con que se cuenta, no todos claro, pues hay sus honrosas excepciones, y más aun con los policías tan faltos de criterio como lo son Azul Barragán y Antonio Córdova Núñez y una más que se negó a proporcionar su nombre pero que estaba en la puerta de salida, quien por cierto es la más prepotente y arbitraria, pues a quien esto escribe trató de sacarlo a la fuerza del edificio, porque no acaté su “orden” de que me sentara en una banca, aun cuando se le dijo que estaba esperando una respuesta del Juez de lo Familiar y al parecer estaba dispuesta a privarme de la libertad, por no acatar sus órdenes, como si hubiese estado cometiendo un delito.

Magistrado Bernardo Santana, es menester que se humanice la impartición de justicia y se atienda al quejoso, pues en varias ocasiones he tratado de concertar una audiencia con usted y siempre aducen estar muy ocupado, acaso no se tiene tiempo para los plebeyos, tan valioso es su tiempo como para desperdiciarlo en escuchar las quejas de los usuarios, ya es tiempo de que haya una política de puertas abiertas en la impartición de justicia y no se nos trate a los abogados como delincuentes por el hecho de exigir el cumplimiento fiel de las labores, tal como lo exige el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Ojala haya una reingeniería en el Supremo Tribunal de Justicia en la prestación del servicio y se cuente con verdaderos profesionales del derecho que den confianza a la ciudadanía, pues precisamente por la negligencia de quienes se encuentran en la puerta de entrada al edificio de los Juzgados, se iba a perder una audiencia y aunque se le dijo a la abogada que se encuentra en la entrada, muy quitada de la pena dijo, no, no se pierde, si se hace tarde yo voy y les digo que por cumplir los protocolos hizo tarde, hágame el favor, OJO contadora Karina, encargada de dicho personal.

PROCEDIMIENTO ELECTORAL SUCIO:

Las elecciones próximas a celebrarse se han estado ensuciando desde la cúpula, es decir, el Presidente de la República y el dirigente de Morena, a virtud de que el INE inhabilitó a algunos de los candidatos del referido Instituto Político, al grado de manifestar el titular del ejecutivo: “si la oposición gana la cámara de diputados, puedo vetar el presupuesto”, claro que puede, pues una atribución constitucional que precisamente nuestra Carta Magna le concede al Presidente, sin embargo, no es el Presidente quien tiene la última palabra, sino los legisladores, quienes precisamente son quienes aprueban las leyes, entre ellas el presupuesto de ingresos y egresos y es de gran importancia que en una República, (cosa pública), se respete la división de poderes, a fin de lograr una verdadera democracia. Hasta la próxima