*En el marco del primer Congreso de Producción Porcina que realizó la UdeC en días pasados.
En días pasados, Jorge García Márquez, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia del campus Tecomán de la Universidad de Colima, impartió la videoconferencia “La importancia de la necropsia en la producción porcina”, como parte de las actividades del primer Congreso de Producción Porcina organizado por esta casa de estudios.
En entrevista, explicó la importancia de la necropsia, sus pasos y seguimiento, para hacer un estudio post mortem y determinar la causa de las enfermedades que afectan a los cerdos: “El objetivo es proporcionar al especialista en producción y sanidad de porcinos una herramienta diagnóstica de gran valor, como es la necropsia y la interpretación de las principales lesiones macroscópicas que se puedan encontrar”.
Si el veterinario sigue la metodología adecuada y ordenada para abrir un cadáver, continuó, “y puede identificar las lesiones en los órganos, determinaría la causa de la muerte del animal; por lo tanto, se podrían establecer medidas preventivas, curativas o aspectos de bioseguridad específicos”.
Asimismo, enumeró los pasos para identificar una enfermedad: 1) la historia clínica, que busca conocer aspectos de manejo, genética, reproducción y alimentación; 2) inspección clínica exploratoria sobre la signología presentada, análisis de parámetros productivos y enfermedad; 3) necropsia sistemática y ordenada, descripción morfológica de las lesiones/alteraciones encontradas en el estudio y 4) elaboración de diagnóstico final.
Por ejemplo, dijo, “si tenemos una mala alimentación, sumada a factores que causan estrés y un sistema inmune deficiente, entonces se presentará una elevada mortalidad (20 por ciento) en lactancia; si el problema es diarrea y la historia y el examen clínico determinan un síndrome diarreico, se pensaría en colibacilosis, salmonelosis, rotavirosis, coronavirosis y parasitosis”.
Comentó que, si el animal muere, lo remitan al patólogo para que haga los estudios correspondientes y, en este caso, uno detallado y sistemático de todos los órganos. Así, se identifican alteraciones y lesiones en el intestino delgado, como enteritis mucosa con atrofia de las vellosidades. Entonces, siguió, “el diagnóstico etiológico será de coronavirus y el nombre de la enfermedad será diarrea epidémica de los cerdos. Cuando se establece el diagnóstico final, se puede dar un tratamiento mucho más específico y no andar adivinando si es viral, bacteriano, parasitario o estrés”.
García Márquez precisó que para cada especie hay una técnica diferente de necropsia; “lo básico es anatomía, organología o anatomía topográfica para reconocer las partes, tamaño, relaciones con otros órganos, color y consistencia para que, al abrirlo, se sepa qué es normal y qué anormal, y así dar un diagnóstico más preciso”.
Para finalizar, destacó que este tipo de cursos de educación continua sirven para actualizar al estudiante y al profesionista que se especializa en cerdos: “Si hacen la necropsia a los animales que se mueren en granjas o en sus instalaciones, y lo hacen de manera adecuada, pueden ayudarnos a establecer un diagnóstico y así evitar la mortalidad de estos animales”, concluyó.