- No existe evidencia de la necesidad de importación de pescado para satisfacer la demanda de consumo nacional, señala la diputada federal por Morena.
- Sería competencia desleal con los productores nacionales, más aún si se considera la calidad de los productos importados (congelados), que presentan exceso de agua.
La diputada federal Claudia Yáñez Centeno exhortó a la Secretaría Economía a declinar la apertura comercial a la importación de 38,500 toneladas de filete de pescado, fresco, refrigerado o congelado, en apoyo a la difícil situación que enfrenta el sector pesquero y acuícola nacional, como consecuencia de las afectaciones económicas por la pandemia de COVID-19. Para tal efecto presentó hoy un Punto de Acuerdo en la Cámara de Diputados.
En referencia a la licitación pública nacional 012/2020 filetes de pescado fresco, refrigerado o congelado, señaló la legisladora del Grupo Parlamentario de Morena que la importación de esos productos conllevaría un doble impacto negativo sobre los productos nacionales cuyo desplazamiento se ha frenado desde la cuaresma por la insuficiente demanda, ante el cierre de mercados y con existencias en bodega.
Detalló que sería una competencia desleal con los productores de pescados nacionales; más aún si se considera que ha sido ampliamente difundido que en su gran mayoría los productos importados (congelados) presentan alteración de la calidad nutricional por los aditivos añadidos para su conservación y exceso de agua que suelen contener.
Estableció enseguida que: “la Secretaría de Economía no tomó en cuenta las condiciones de abasto ni la oferta nacional del producto sujeto a cupos y mercancías similares relacionadas con las disposiciones vertidas en el reglamento de la propia Ley de Comercio Exterior, toda vez que se dispone de una oferta de 2000 toneladas semanales de filetes de pescados que el mercado nacional no consume debido entre otras circunstancias a los efectos comerciales y económicos del Covid-19 que han afectado una parte sustantiva de las operaciones y hábitos regulares de comercio y consumo por no considerarse esenciales, no obstante que significan alimentos de alto valor nutricional para la población mexicana”.
Agregó que “no existe evidencia de la necesidad de importación de pescado para satisfacer
la demanda de consumo nacional, al contrario, es impostergable que la Secretaría de Economía, Secretaría del Trabajo y Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural pongan todos sus recursos para identificar y catalogar a la actividad pesquera y acuícola como actividad esencial para que disponga de los canales de distribución y llegar a los mercados y consumidores”.
En el citado Punto de Acuerdo, Claudia Yáñez Centeno hace un llamado urgente al Estado mexicano, a través de la Secretaría de Economía, junto con sus instancias (Dirección general de Facilitación Comercial y de Comercio Exterior), y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural para que impidan que se efectúe la importación de 38,500 toneladas de filete de pescado, por ser innecesaria, dada la suficiente producción nacional disponible.
Y tras señalar que la sociedad mexicana es sensible a los problemas que enfrenta el sector pesquero, consideró necesario que en estas iniciativas y otras que se están haciendo en el país se ponga en el centro de la decisión el conjunto de necesidades de los pescadores, que valore sus opciones de desarrollo y se exponga la calidad de nuestros pescados y mariscos nacionales, que es superior a la de otras latitudes.
“No se puede ni se debe seguir relegando al sector pesquero y acuícola; por el contrario es impostergable transitar hacia una estrategia nacional que considere a pescados y mariscos esenciales para alimentación sana y nutritiva; reconociendo que parte de la estrategia para hacer frente al Covid-19 es que las personas cuenten con un sistema inmune fortalecido, para lo cual el consumo de pescados y mariscos nacionales frescos son un recurso a nuestro alcance”, subrayó a diputada federal.
Finalmente apuntó que, como parte del cumplimiento de los principios del gobierno federal de desarrollo sostenible, autosuficiencia alimentaria, impulso de las modalidades de comercio justo y economía social y solidaria, y ruptura con la dependencia alimentaria venida del exterior, urge que el estado mexicano desbloquee las restricciones para el desarrollo de la actividad pesquera y acuícola.
“Es una necesidad generar las condiciones para poner a disposición los mecanismos necesarios para re-dinamizar al sector pesquero y acuícola mexicano y abrir los canales de comercialización para sus productos en nuestro territorio, para alimentar a la población mexicana con pescados y mariscos mexicanos”, concluyó.