Ciudad de México., 18 de mayo de 2020.- A finales de los años cuarenta, se desarrollaron las primeras hidrolavadoras de alta presión con grandes ventajas para la limpieza, frente a los métodos tradicionales como el lavado con manguera, ya que representan un gran ahorro de agua y tiempo, simplificando la tarea para el usuario.
Kärcher es la empresa líder en el desarrollo de estos equipos desde hace más de 80 años y por ello describe la importancia de elegir el producto adecuado para la limpieza, conforme a las necesidades de los consumidores.
La importancia de la temperatura
La teoría del “Círculo de Sinner” que explica el proceso de limpieza para conseguir mejores resultados, se basa en cuatro factores fundamentales: el tiempo, la temperatura, la mecánica y la química, y al mismo tiempo, destaca la importancia de mantener un equilibrio entre estos.
En el aspecto mecánico y del tiempo, las hidrolavadoras de alta presión de Kärcher son ideales gracias a la presión y la cantidad de agua que desprenden. Si bien en muchas ocasiones logramos una limpieza eficaz solo con ayuda de una hidrolavadora de alta presión de agua fría, podemos aumentar la eficacia de la limpieza mecánica al combinar las lanzas de alta presión con cepillos giratorios e incluso, usar un producto químico como el detergente.
Los equipos diseñados por la compañía alemana también pueden ayudarnos en lo referente a la temperatura. Una hidrolavadora de alta presión de agua caliente de Kärcher acelera los procesos de limpieza gracias a la energía térmica, con lo que el tiempo de trabajo se reduce hasta 35%. En estos casos, el uso de detergentes suele ser innecesario dado que el calor deshace y disuelve los restos de suciedad y lubricante como aceites, grasa y depósitos de hollín. Además, si se cuenta con un equipo capaz de emitir vapor de agua se pueden alcanzar hasta 155°C, eliminando los microorganismos y gérmenes de la superficie sin dañarla.
Soluciones adecuadas en cada trabajo
Por lo general, en trabajos de limpieza en que se utiliza esta categoría de productos, se debe tomar en cuenta la relación entre el caudal de agua, la presión de impacto y la distancia a la superficie que se quiere limpiar. Es decir, con un caudal de agua mayor, la descarga se mantiene más compacta y, una distancia mayor, dará lugar a una pulverización menor.
Con la misma presión de trabajo, se puede elegir una boquilla de mayor ángulo y un chorro más ancho, aumentando el caudal de agua sin que la presión de impacto disminuya. Por tanto, para conseguir un mayor rendimiento con la misma presión de impacto, lo mejor suele ser aumentar el caudal de agua en lugar de la presión.
Los equipos de gama media son adecuados para intensidad media o fuerte, ya que limpian rápida y eficazmente vehículos, maquinaria, instalaciones y construcciones. Estos funcionan con un caudal de agua de 600 a 900 l/h, de modo que su uso diario deberá ser de máximo tres horas. Por el contrario, los equipos de gama alta están diseñados para el uso continuo por largos periodos (de 4 horas o más) y en condiciones adversas, son ideales para los sectores agrícola, industrial o municipal, en los que es recomendable emplear un caudal de agua de a partir de 1000 l/h.
Uso de detergentes
Los detergentes aceleran el proceso de limpieza, sin embargo, es clave conocer que, de acuerdo con el pH de las sustancias, es posible determinar su agresividad, a fin de no dañar las superficies con la potencia química del limpiador. Por ejemplo, los ácidos eliminan la cal, el óxido, los restos de orina o los residuos de cemento; mientras que los alcalinos están orientados a la grasa, el aceite, la cera, las pinturas y barnices.
Las hidrolavadoras de alta presión de Kärcher aplican los detergentes sobre la superficie en forma de líquido, espuma o en gel.
El valor más allá de la temperatura y la gama
Aunque en algunos sectores la potencia es un factor decisivo para la compra de un equipo de limpieza de alta presión, la ergonomía de los productos también es fundamental, ya que realizar estas tareas puede ser agotador, dada la posición y facilidad en el manejo de los artículos.
En la actualidad existen soluciones en las que la palanca para encender el equipo se encuentra en la parte posterior del mango y se presiona en la mano con la fuerza de retroceso, por lo que el usuario no tiene que ejercer ningún tipo de fuerza. Al mismo tiempo, la seguridad queda garantizada, ya que, si la pistola no se sostiene, el equipo se apaga.
De igual forma, la facilidad para adquirir e implementar nuevos accesorios a los equipos de limpieza también es posible con Kärcher, la cual ha desarrollado soluciones específicas para cada aplicación. Además, la eficiencia energética de sus productos está cobrando fuerza en la industria dado que cada vez más usuarios buscan equipos que les permitan ahorrar energía o sean eco-amigables.