Sector feminista, en los últimos años, no pelea por aumentos de salarios: Experta

La experta del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), María Luisa González Marín, impartió una charla sobre la
situación de la mujer en el campo laboral en los últimos 10 años, a la comunidad académica de la Facultad de Economía de la Universidad de Colima.
En concreto, les habló sobre su proyecto de investigación “Trascendencias del gasto público en la incorporación de las mujeres al mercado laboral. Trabajo de cuidado y de
reproducción en América Latina”, el cual pretende mostrar las condiciones laborales de las mujeres en las diferentes actividades y encuentra una situación de precariedad.
La doctora en Estudios Latinoamericanos, invitada a la Semana de la Facultad de Economía para abordar este tema, señaló que en la economía, y sobre todo en la población
ocupada, un alto porcentaje de mujeres trabajadoras están en pobreza y precariedad, y dijo que “en México sí ha crecido la población de mujeres ocupadas, pero su crecimiento ha
sido demasiado lento en los últimos 10 años, con un aumento del 41.8 al 43.2 del total de la población ocupada, incluidos hombres y mujeres”.

El mercado de trabajo, continuó, “ha permanecido estancado y el escaso crecimiento de la ocupación femenina es consecuencia del estancamiento económico; ese crecimiento
esta en un nivel muy bajo comparado con otros países latinoamericanos donde esta población creció al menos el 50 por ciento, como Brasil”, lamentó.
El estudio reportó que el porcentaje reciente de mujeres ocupadas (43.2 por ciento) “se encuentra en un rango de precariedad”, y remarcó que la precariedad surgió de las
recientes políticas neoliberales que se dieron por todo el mundo, pues recordó que hace más de 20 años una mujer podía conseguir un trabajo definitivo, tenía prestaciones, un salario
alto, beneficios, préstamos y derechos a ejercer la maternidad.

Ahora, precisó, “las prestaciones y seguridad poco a poco han ido disminuyendo, así como la seguridad social en el trabajo; hay frecuentes renovaciones de contrato para no
generar antigüedad y más acciones que llamamos precariedad femenina”.
Sobre los hombres, dijo, “también han perdido su trabajo, no se han incorporado y están estáticos; por lo tanto, no crece demasiado la participación de los hombres en la
ocupación estos últimos 10 años”. Antes de finalizar su exposición, dijo que las mujeres sí han aumentado a pesar de las condiciones de precariedad en que trabajan; “no están dispuestas a salir del mercado de trabajo, quieren quedarse y luchar por mayores ingresos y mejores prestaciones. Una lucha que se hace sola porque el sector feminista y las organizaciones de mujeres en los últimos
años pelean por otras cosas y no por los aumentos de salarios”.