Celebra Voluntariado 30 años de labor social

 

 

*“Los tiempos actuales hacen urgente una labor decidida por parte de las instituciones a favor del bienestar de las personas y en la búsqueda de combatir las lastimosas desigualdades sociales”: JEHN.

 

Con la entrega de reconocimientos y la develación de una placa en su edificio sede, el Voluntariado Universitario festejó 30 años de vida, un proyecto social iniciado en 1989 por la señora Hilda Ceballos de Moreno “que representa –aseguró el rector José Eduardo Hernández Nava– una manera muy noble de ser universitario, por lo que no sólo celebramos hoy tres décadas de trabajo a favor de la comunidad, sino que consolidamos una hermandad construida en el humanismo”.

 

Los festejos iniciaron con un encuentro al que asistieron alrededor de 30 voluntarias, entre activas y ya retiradas. Allí, Alicia López de Hernández, presidenta del Voluntariado y directora general del Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (Cedefu), dijo que el trabajo voluntario “es una manera de vivir, una forma de entender la vida”.

 

Agradeció, por su trabajo desinteresado y apoyo, a las anteriores presidentas de este organismo y sobre todo a las damas voluntarias, “que son la fortaleza del Voluntariado”. También agradeció al rector y a los rectores anteriores por el apoyo que les han brindado para realizar sus tareas.

 

Sobre el legado recibido del Voluntariado, dijo que “el prestigio de las acciones que llevamos a cabo, es un logro de muchas personas, es resultado del trabajo colectivo, de la constancia y, sobre todo, del amor con que cada quien hace su trabajo”, finalizó.

 

En sus intervenciones, el rector destacó la labor del Voluntariado a favor de los universitarios y de la sociedad en general. El trabajo voluntario y altruista que hacen, afirmó, “ha requerido de mucha generosidad de las personas que lo realizan, no sólo porque donan su tiempo y esfuerzo en la ayuda para otros, sino porque hay que darle el valor en toda la dimensión que merece, ya que este trabajo permite al voluntario ver, pensar y sentir en colectividad”.

 

Recordó que, en sus inicios, el Voluntariado de la Universidad de Colima fomentó la convivencia familiar a través de un programa llamado UNI y realizó brigadas de salud en la zona oriente de Colima. Luego vendría la Estancia Infantil y de manera más reciente el Cedefu, “lo que va conformando una maquinaria de respaldo para realizar un trabajo de mucha responsabilidad y coordinación”.

 

Esto es importante, comentó el rector, “porque los tiempos actuales hacen urgente una labor decidida por parte de las instituciones a favor del bienestar de las personas y en la búsqueda de combatir las lastimosas desigualdades sociales”.

 

De Hilda Ceballos, Hernández Nava destacó la creación de dicho organismo; de María Hernández, la segunda presidenta, el darle continuidad implantando las bases de su estructura. Después, dijo, Susana Ortuño fortaleció los programas de formación y los grupos voluntarios y con Cristina Torres, las tareas del Voluntariado se consolidaron y documentaron.

 

A treinta años de vida, aseguró, “el Voluntariado ha ganado prestigio y, por ello, presencia, fortaleza e importancia en la vida de la sociedad colimense; ha permitido que la UdeC trascienda del contexto académico y desempeñe un papel activo en la sociedad colimense”. Felicitó por ese logro, también, a las damas voluntarias, “que representan la idea de solidaridad y de ayudar como un acto de absoluta generosidad y nobleza”.

 

En ambos eventos estuvieron, entre otros y otras, Christian Torres Ortiz, secretario general; Fernando Moreno en representación de Hilda Ceballos; Cristina Torres y Susana Ortuño.