El análisis del comportamiento intermolecular ayuda a generar nuevos materiales

*Jesús Valdés Martínez, experto de la UNAM, impartió conferencia durante el IV Simposio Mexicano de Química Supramolecular que organizó la Facultad de Química de la UdeC.

Durante el IV Simposio Mexicano de Química Supramolecular que organizó la Facultad de Química de la Universidad de Colima, se impartió la conferencia “Estudio del efecto de sustituyentes de halógeno sobre las interacciones intermoleculares en moléculas multifuncionales”, a cargo de Jesús Valdés Martínez, de la UNAM.

Durante su ponencia, el académico explicó cómo, a través del estudio de las interacciones entre moléculas, se pueden generar nuevos materiales y, aunque esto podría sonar común, “no lo es, pues quienes lo hacen analizan la cantidad de átomos que debe tener, cómo deben estar formados y cuáles serán las propiedades de la nueva molécula, para así obtener un nuevo material, por ejemplo, un antibiótico”.

Sin embargo, “hay muchos aspectos que no conocemos de las moléculas y no podremos conocer las aplicaciones mientras no los encontremos”, dijo el investigador en entrevista posterior a su ponencia.

Valdés Martínez dirige sus investigaciones en el área de Ingeniería de cristales, desde la cual analiza cómo los enlaces moleculares de interacciones débiles como el hidrógeno, halógeno y anillos aromáticos interactúan, se reconocen, se acomodan, y cuáles son los factores que provocan esos acomodos, para después conocer sus propiedades.

“Mi trabajo consiste en entender tales interacciones: cuáles dominan y cuándo dominan. Si esto lo puedo racionalizar, esto es, saber qué consecuencia trae a la estructura y a las propiedades, después será posible diseñar un material con cierta propiedad, sabiendo de dónde se debe partir para que tenga una propiedad útil”, precisó.

En otras palabras, dijo el académico, “es como si se analizaran las interacciones con los seres humanos; hay quienes se llevan mejor o peor con otras personas, en este caso podríamos decir que analizo qué personas se llevan mejor entre sí, para después ver qué reacción tienen”.

Por último, comentó que “cuando uno hace ciencia básica es difícil explicar para qué sirve; la utilidad no se ve pronto sino tiempo después, pero eso no le resta importancia sino todo lo contrario. Si no estudiamos cosas que ‘podrían no tener sentido’, no tendríamos los avances tecnológicos y científicos que ahora tenemos”, finalizó.