Presenta Rabí Hernández sus “Crónicas garroleras”, en el Museo Fernando Del Paso

 

 

*“De esto deriva el valor del texto, que no sólo es digno de ser leído por su indudable valor literario o por su hábil e inteligente narrativa, sino que puede ser un libro de autoayuda”: Salvador Silva, co-director de la Editorial Puertabierta.

 

Este fin de semana, Rabí Hernández Corona presentó sus “Crónicas garroleras, una infancia manzanillense”, de la editorial Puertabierta, en el Museo Fernando del Paso de la Universidad de Colima.

 

En este libro, el autor narra las costumbres, lugares y anécdotas que le permiten al también manzanillense recordar su propia infancia, vagar nuevamente por las calles desde el recuerdo y la nostalgia.

 

“El autor revela en cada texto parte de su intimidad. Estas crónicas no sólo retratan los años mozos del autor sino el desarrollo de costumbres, lugares, personas, ámbito familiar, económico y material de Manzanillo, en todo lo cual Rabí Hernández funge como narrador, pues son sus recuerdos”, comentó David Ávalos Chávez durante la presentación del libro.

 

En su turno, el historiador Héctor Porfirio Ochoa destacó que “el libro me ha dejado un grato sabor de boca; he reído, he pensado y sobre todo he recordado. Sí, recordado, he vuelto a traer al corazón el lugar donde los antiguos romanos creían que se alojaba la memoria: mi propia infancia”.

 

Este libro, dijo Salvador Silva, co-director de Puertabierta editores junto con Miguel Uribe, “no podía haberse logrado sin la prosa clara, directa, irreverente, pero no menos elegante de Rabí Hernández. De esto deriva el valor del texto, que no sólo es digno de ser leído por su indudable valor literario o por su hábil e inteligente narrativa, sino que puede ser un libro de autoayuda. Quien lee esta obra quizá podrá, con un poco de suerte, entrever por qué los nativos del puerto son como son”, dijo el director de Puertabierta.

 

“Estas vivencias y recuerdos no estarían en manos de los lectores sin un pequeño accidente que vivió el autor del libro, pues fue expulsado de un grupo de Facebook donde compartía estas crónicas”, comentó el propio Rabí Hernández. Así que ahora el grupo se quedó sin los exquisitos relatos que se convirtieron en un hijo no planeado, pero no por eso menos querido, del autor.

 

“Pocas palabras son tan manzanillenses como garrolero; generalmente es usada por el gusto de andar en la calle todo el santo día; ‘a fulanito le gusta andar de garrolero todo el  día’. También sirve para describir el poco cuidado en el vestir, ‘hoy andas muy garrolero’”, explicó Rabí Hernández.

 

Por último, comentó, “esta palabra también se utiliza de manera más formal para referirse a los niños y niñas que no tienen hogar, a los que la burocracia asistencialista ha bautizado con uno de esos extraños eufemismos que suele acuñar: niños en situación de calle. ¿A caso los otros son niños en situación de casa?”, concluyó.