Tal día como hoy hace 20 años, Diana de Gales murió en un accidente de coche en París. Lady Di estaba en la ciudad del amor disfrutando de unas vacaciones de ensueño con Dodi Al Fayed cuando sufrió un fatal accidente en el famoso puente de l’Alma, que acabó con la vida de una de las mujeres más influyentes del siglo pasado.
Su familia, sus hijos y toda Inglaterra se sumieron en el dolor y hoy, dos décadas después, el recuerdo y la imagen de Lady Di siguen muy vivos en los corazones de la mayoría de británicos que, desde hace días, han ido llenando el Palacio de Kensington de flores, fotografías y mensajes.
Diana de Gales es, sin duda, una figura enigmática que a día de hoy sigue provocando fascinación y que vivió una vida que queda lejos del cuento de hadas que se quiso vender. Nacida en una familia ligada a la corona británica, el divorcio de sus padres cuando ella tenía 7 años fue un auténtico trauma.
Su madre, Frances, abandonó a su padre por amor para poder seguir los pasos de Peter Shand-Kydd, un rico empresario. Sola con su padre y sus tres hermanos, Diana decidió independizarse nada más cumplir 18 años. Un trabajo en una guardería de Londres le abrió las puertas de lo que sería una vida que jamás imaginó.
El 29 de julio de 1981 se casó con Carlos de Inglaterra en una ceremonia que se calificó de ensueño.
Los príncipes, Guillermo y Harry, se han acercado hoy al Palacio de Kensington para brindar tributo a su madre. Dos décadas han pasado desde que los hijos de Lady Di tuvieran que afrontar la prematura pérdida de su madre. Emocionados, han homenajeado a la princesa en un día triste para Inglaterra.