Reconoce alcalde de Coquimatlán bajos sueldos de policías y déficit de patrullas

 
*Muy grave problema de drogadicción y alcoholismo de menores: Orlando Lino
 
La policía de Coquimatlán es la peor pagada en todo el estado, se les deben tres años de retroactivo y los quinquenios, además de que se cuenta con un número insuficiente de apenas 59 elementos de Seguridad Pública que trabajan turnos de 24 horas por 24 de descanso, lo que impide que tengan un óptimo desempeño, reconoció el presidente municipal Orlando Lino Castellanos, en reunión de trabajo que con diputados locales sostuvo en el Congreso del Estado.
 
Ponderó la insuficiencia de patrullas, pues sólo cuenta con cinco para brindar seguridad a 22 mil habitantes de Coquimatlán, atender doce comunidades rurales y las trece colonias, además de la cabecera municipal; dijo que tienen diez vehículos más, en condiciones de chatarra inservible que ni siquiera se mueven.
 
Orlando Lino aceptó que es muy grave el problema de drogadicción juvenil y alcoholismo de menores de edad en la vía pública, particularmente afuera del salón de fiestas “Coronado”, ubicado en la salida a Pueblo Juárez, donde cientos de jóvenes y adolescentes se reúnen a consumir alcohol hasta altas horas de la madrugada.
 
El alcalde coquimatlense dijo que ese problema continuará así, pues ante la escasez de patrullas, prefiere que los menores de edad puedan estar en ese lugar, “donde podemos darles una vuelta y verlos. Me llevo la tarea de mejorar la iluminación en ese lugar y de que no pasen de las 2 de la mañana para retirarse de ahí; es más fácil tener a los jóvenes en un lugar resguardado a que se vayan a tomar y drogar a las brechas”.
 
Ante los señalamientos de los legisladores, Lino Castellanos manifestó que durante su gestión no se ha comprado ninguna patrulla, pero se pretende ahorrar para adquirir dos unidades más, y aclaró que de las cinco patrullas con que cuenta actualmente, sólo tres están en buenas condiciones y las otras dos en mal estado, lo que dificulta el cuidado y brindar seguridad adecuada a los 22 mil habitantes de su municipio.
 
Cuando se le cuestionó porqué no se compran patrullas en lugar de gastar hasta 50 mil pesos en cada uno de los recibimientos que se ofrecen en las comunidades rurales, e incluso en otros municipios de la entidad, Orlando Lino dijo que “es complejo ir contra las tradiciones, pues tradición es ley y no debemos descuidar las tradiciones; además hay una acuerdo verbal entre los alcaldes de que el que da, recibe”, así que cuando un presidente no apoya a otro municipio ajeno, ni siquiera tiene cara para hacer la petición cuando tenga sus fiestas.
 
Reconoció que la designación de Marcos Espíritu Isiordia como director de Seguridad Pública Municipal generó descontento y división en la corporación, formándose dos grupos antagónicos: uno que apoyaba al funcionario y otro de 4 ó 5 agentes que se negaban a aceptarlo, “por lo que opté por retirarlo del cargo, no por irregularidades, sino para preservar la unidad”.
 
Abundó en que esos 4 ó 5 elementos no aceptaban a quienes proponíamos, por eso volvió a nombrar a Espíritu al frente de la Seguridad Pública, puesto que actualmente ostenta. Acusó que esos elementos querían imponer y decidir el manejo de mandos y turnos, y en un tema tan delicado como la seguridad, debe haber disciplina sino no hay orden, “se toleran las metidas de pata, pero no las metidas de mano”, señaló el alcalde.
 
Orlando Lino señala que la seguridad no tiene colores y más allá de cuestiones partidistas, Coquimatlán es Colima, por lo que pidió al Congreso del Estado un trato más justo e igualitario en el presupuesto, “pues somos los que menos ganamos: yo como Presidente Municipal gano sólo 13 mil 860 pesos quincenales, y nuestros policías acreditados perciben 4 mil 570 pesos quincenales, aunque los policías auxiliares reciben 3 mil 816 pesos”.
 
Expresó que durante su administración no se ha despedido a ningún elemento, sólo algunos han sido separados y tienen proceso ante la Comisión de Honor y Justicia, aunque otros se fueron por su propia voluntad; reconoce que hay juicios de despidos contra el Ayuntamiento de Coquimatlán que vienen desde la anterior administración que encabezó su antecesor, Salvador Fuentes Pedroza.
 
Aceptó que con el actual esquema de turnos de 24 horas de trabajo por 24 de descanso, sólo hay 25 efectivos en las calles, pues un número igual está franco y el resto está en la base y en el C2. Informó que del total de 59 policías, sólo 35 han presentado los exámenes de control y confianza; los restantes 29 están en calidad de auxiliares.
 
Con todo lo anterior, el presidente Orlando Lino Castellanos aseguró que “somos el mejor municipio, si vemos lo que tenemos, las carencias que padecemos; lo ideal es que no hubiera robos ni homicidios, pero reconoció que aumentaron los robos a casa habitación y a agricultores de la zona rural”.
 
“Han subido los robos que se dan en gente adicta que ha hurtado bicicletas, baterías, bocinas, dinero en efectivo, grabadoras, bocinas, teléfonos celulares y cargamentos de limón; el 80% de robos son cometidos por adictos que lo hacen para comprar más droga”; dijo que este año se registraron 7 robos a casa habitación en enero, 3 en febrero, 15 en marzo y 10 en abril, esperando ver cómo cierra el presente mes de mayo.
 
A la comparecencia del alcalde coquimatlense asistieron las diputadas Graciela Larios, Juana Andrés y Leticia Zepeda, así como los legisladores Nicolás Contreras, Federico Rangel, Joel Padilla, Octavio Tintos, Guadalupe Benavides, José Adrian Orozco, Eusebio Mesina, Francisco Javier Ceballos, Riult Rivera y Crispín Guerra.