EEUU se prepara para llegada de Matthew; dejó 69 muertos en el Caribe

Estados Unidos se prepara para la llegada del huracán Matthew, que azotaba este jueves el archipiélago de las Bahamas, tras dejar al menos 65 muertos en Haití, cuatro en República Dominicana y grandes daños en Cuba.

El huracán de categoría 3 en una escala de 5 se desplaza hacia el noroeste del Caribe con vientos de 185 kilómetros por hora y podría subir a categoría 4 a medida que se acerque en las próximas horas a la costa atlántica de Florida, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.

Las carreteras de Florida, Georgia y Carolina del Norte y del Sur estaban congestionadas y los suministros escaseaban en las estaciones de servicio y tiendas de alimentos antes de la llegada del huracán, que aceleró su paso durante la noche con vientos sostenidos de unos 205 kilómetros por hora y fuertes lluvias.

Miles de estadunidenses, con el recuerdo aún fresco del destructor huracán Sandy en 2012 (de categoría 3), recibieron la orden de evacuar el litoral atlántico de Florida donde la gigantesca depresión -sin duda la mayor en diez años- llegará en la madrugada del viernes, calcula el NHC.

El huracán se ubica a 160 km al sudeste de la capital de Bahamas,  Nassau, cuyo aeropuerto, como los del resto del archipiélago, fue cerrado.

El primer ministro de Bahamas, Perry Christie, instó a los habitantes de las costas meridionales a que evacuaran la zona. “Consideren seriamente trasladarse a tierras más altas. Los fenómenos naturales pueden ser violentamente impredecibles”, advirtió.

Entretanto, los estados de Florida y Carolina del Norte decretaron el estado de emergencia ante la próxima llegada de Matthew, mientras Carolina del Sur ordenó desde el miércoles la evacuación de las costas.

En Florida las autoridades respondieron con rapidez a la emergencia y comienzan a estar disponibles recursos como refugios para personas o mascotas, distribuidores de sacos de arena gratuitos o suspensión del cobro de peajes.

Los residentes del condado de Volusia -en el centro de Florida- recibieron en sus teléfonos móviles la temida advertencia oficial que, con un sonido peculiarmente inquietante, advierte a los residentes de la inminencia de un huracán.

“Si usted puede irse antes, hágalo ahora”, dijo el gobernador Rick Scott al ordenar evacuaciones voluntarias y obligatorias en algunos condados de la costa este.

El presidente Barack Obama, quien pospuso un acto previsto durante la jornada en Miami con la candidata demócrata, Hillary Clinton, instó el miércoles a los habitantes del sudeste del país a que se prepararan para la inminente llegada del huracán.

“Es algo que hay que tomarse en serio”, dijo Obama.

Refugios en Florida, Georgia y Carolina del Sur abrieron sus puertas después de que las autoridades locales, junto con el presidente Barack Obama, instaron a las personas a evacuar sus hogares.

 

Previamente, Matthew descargó toda su furia en el extremo oriente de Cuba, donde los municipios Baracoa, Imías, Maisí y San Antonio del Sur de la provincia de Guantánamo estaban aislados y con bastantes destrozos, aunque de momento no se tenía constancia de víctimas.

“Fue algo tenebroso. De Baracoa no queda nada, solo escombros y restos. Las casonas coloniales en el centro de la ciudad, que eran tan lindas, están destruidas”, contó Quirenia Pérez, una ama de casa de 35 años.

Con casi 82 mil habitantes, Baracoa es la ciudad más antigua de Cuba, fundada hace 505 años, y polo turístico de Guantánamo, donde se encuentra la base naval estadounidense, parcialmente evacuada antes de la llegada del huracán.

El huracán había dejado al menos 65 muertos y tres desaparecidos en Haití, y cuatro fallecidos en República Dominicana, países que comparten la isla La Española, lo que llevó a las autoridades haitianas a postergar las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el domingo.

En República Dominicana, el Centro de Operaciones de Emergencias reportó más de 8 mil 500 evacuados en Santo Domingo y en provincias fronterizas con Haití.