Los adultos mayores en el Estado de Colima podrían obtener tarifas preferenciales de cobro en los estacionamientos públicos, de acuerdo a lo dispuesto en las recién reformada Ley para la Protección de los Adultos en Plenitud.
A iniciativa de la Diputada Norma Padilla Velasco, en votación unánime se reformó el artículo 67 Bis 2 de esa Ley, el cual dispone que pueda considerarse para los adultos en plenitud, una tarifa preferencial de cobro o la primera hora gratis en estacionamientos públicos, encierros o pensiones.
También se reformó la Ley para la Integración y Desarrollo Social de las Personas con Discapacidad del Estado de Colima, que incorpora a los derechos de ese sector, que los estacionamientos públicos y privados dispongan por lo menos el 10 por ciento de los cajones para las personas con discapacidad.
Asimismo, para integrar a las mujeres embarazadas y los adultos mayores al derecho a estacionamientos destinados a las personas discapacitadas, se estableció que el vehículo que conduzcan porte el tarjetón otorgado por el INCODIS con el logotipo de mujer embarazada o de adulto en plenitud.
También se reformó el artículo 109 de la Ley de Movilidad Sustentable, para establecer dentro de las políticas generales para los estacionamientos, la exclusividad de los espacios por separado para los vehículos que cuenten con distintivo de grupo vulnerable, los cuales no podrán ser menores del 10% para cada grupo: discapacitados, adultos mayores y embarazadas.
Cuando presentó su iniciativa de ley, Norma Padilla destacó que la inclusión es un tema de importancia para poder construir un entorno de apoyo a personas de grupos vulnerables en diferentes aspectos de lo sociedad.
Expuso que los adultos mayores, discapacitados y mujeres embarazadas, son personas que suelen tener dificultades para movilizarse, por lo que no resulta igual trasladarse de un punto a otro con la misma rapidez que lo haría una persona ajena a esos sectores de la población.
En esa tesitura, Padilla Velasco señaló que si el estacionamiento al que se acude tiene costo por tiempo, para las personas con problemas de movilidad la estancia en esos lugares les resulta más costosa, pues el desplazamiento lento ocasiona más tiempo para llevar a cabo sus labores.
“Ahora bien, cuando una de estas personas acude a un establecimiento en el que existen cajones exclusivos, pero resultan ser compartidos por personas con capacidades diferentes, adultos mayores y mujeres embarazados, ello no garantiza un verdadero derecho de exclusividad del que deben gozar estos grupos vulnerables”, destacó.