Explican científicos procesos de la memoria, en la UdeC

*LXI Congreso Nacional de la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas A.C.

Como parte de las actividades del LXI Congreso Nacional de la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas A.C., que se realizó en la Universidad de Colima, este jueves se realizó el Simposio “Abriendo las puertas a la memoria, lo que afecta su consolidación”.

Por tercer año consecutivo, la Universidad es sede de este congreso mediante el cual la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas lleva el conocimiento científico a las universidades, a sus profesores y estudiantes, compartiendo proyectos e ideas para difundir la labor de investigación que se realiza en estos temas.

Congregados en la Sala Audiovisual I de la Biblioteca de Ciencias, la primera en tomar la palabra fue Gina Quirarte, de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien habló de la facilitación de la memoria inducida por los glucocorticoides estriatales.

Ella comentó que nuestra conducta está profundamente influenciada por nuestras experiencias: “Nosotros no somos más que nuestra memoria; estos procesos de aprendizaje y memoria se comenzaron a estudiar en 1956 en tres fases: el aprendizaje, la consolidación y la memoria”.

“Conocer qué afecta la consolidación de la memoria, ya sea para mejorarla o deteriorarla, es un objetivo de muchos grupos de trabajo en el mundo. Está bien establecido que las hormonas adrenocorticales, como los glucocorticoides, al actuar en diferentes regiones cerebrales facilitan la consolidación de la memoria de largo plazo de experiencias emotivas”, expuso.

“Hallazgos de nuestro laboratorio prueban que la administración de corticosterona en el estriado dorsal (ED) facilita la consolidación de la memoria de un aprendizaje que tiene componentes contextuales y de procedimiento”, terminó.

Por su parte, Roberto Agustín Pardo Alcalá, de la UNAM, habló sobre el papel de la síntesis proteínica en la espinogénesis y la consolidación de la memoria del aprendizaje incrementado: “Se ha demostrado que los inhibidores de la síntesis de proteínas (ISPs) impiden la consolidación de la memoria, por lo que está aceptado que la consolidación depende de la expresión de genes y de la síntesis de proteínas”.

Al hablar sobre “Memoria apetitiva. Cambios neuroquímicos inducidos por el consumo prolongado de sabores dulces”, María Isabel Miranda, también de la UNAM, dijo que los cambios en la conducta de ingesta involucran alteraciones en los mecanismos neuroquímicos implicados en el aprendizaje y la memoria.

Lo anterior se debe, continuó, “a que la preferencia por algunos sabores se logra a través de su asociación con el aporte de energía, la saciedad y los efectos placenteros, positivamente hedónicos, posteriores a la ingestión”.

A través de modelos de memoria de reconocimiento del sabor, explicó, “se puede evaluar el aprendizaje del sabor, cuantificando su preferencia dependiendo del grado de familiarización y su impacto en la consolidación de la memoria apetitiva”.

En su turno, Carmen Cortés, del Instituto de Fisiología de la BUAP, destacó que “el aprendizaje y la memoria de reconocimiento de objetos implica el reconocimiento de lugar y de una navegación adecuada en el campo abierto donde se realiza”.

Esto implica, dijo, “que el hipocampo juega un rol preponderante”. Adicionalmente, concluyó, “se sabe que la exposición a un campo abierto produce la activación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal y, por ende, incrementos de los niveles de corticosterona, lo cual favorece la fijación de la memoria”.