*Dispone Ley para Prevenir y Erradicar la Trata de Personas sea obligación de la autoridad estatal vigilar sitios donde haya indicio de ese delito
Con el objetivo de garantizar la atención médica gratuita que para su recuperación requieran las víctimas del delito de trata de personas, el Congreso del Estado reformó la ley en esa materia, pues se considera que la atención a las víctimas rescatadas de ese ilícito se les debe brindar el más completo cuidado.
La reforma a la Ley para Prevenir y Erradicar la Trata de Personas en el Estado de Colima obliga a la autoridad estatal, a través de la Secretaría de Seguridad Pública, a asistir, vigilar e inspeccionar periódicamente y sin necesidad de que medie denuncia, establecimientos donde se tengan indicios de trata de personas.
También corresponde a la Secretaría de Seguridad Pública instaurar una vigilancia permanente en centros de arribo y abordo de los turistas, principalmente en la centrales camioneras, el puerto y los aeropuertos, para prevenir y evitar la trata de personas.
A favor de la reforma, el dictamen elaborado por la Comisión de de Derechos Humanos, Asuntos Indígenas y Atención al Migrante, señala que si bien la regulación de la trata de personas no compete a las entidades federativas, la Ley para Prevenir y Erradicar la Trata de Personas del Estado de Colima tiene la finalidad de fortalecer la persecución del mencionado tipo penal.
Según el Censo Nacional de Impartición de Justicia Estatal 2013, durante el año previo en México hubo 551 personas procesadas por el delito de trata de personas, de las cuales 465 no se les fincó responsabilidad; es decir, 84% de los casos no llegaron a sentencia condenatoria.
El dictamen con sidra necesario redoblar esfuerzos para que este ilícito sea más vigilado y sancionado por los órganos de gobierno, debiendo comenzar por brindar más compromiso de parte de las instituciones, para tratar de reducir las tasas de víctimas por ese delito.
Se consideró prioritario detectar tempranamente casos de violencia para brindar los apoyos necesarios y evitar el agravamiento de la situación, colocando a la víctima en la puerta de entrada al proceso de atención, pues con la detección es posible detener la intensificación de las conductas violentas y la victimización.