*La experta de origen colombiano impartió una charla sobre el origen de las artes y su relación con la evolución del ser humano, en el marco del I Congreso Nacional de Sincretismo Artístico que se realiza en la UdeC.
La reconocida artista visual, Ana Rosa García Mayorga, impartió este jueves la charla “Por los infinitos senderos de la música”, que inauguró el I Congreso Nacional de Sincretismo Artístico y el III Encuentro “Habla el Arte”, organizados por el Cuerpo Académico (CA) 92 del IUBA, “Arte y Sociedad” de la Universidad de Colima, en la Pinacoteca Universitaria.
“El arte es de la misma sustancia y naturaleza que el hombre y trasciende todas las fronteras étnicas, sociales, políticas, raciales, culturales y de género. Por ello, es necesario que nuestras instituciones educativas le den el valor formativo que tiene en el desarrollo del ser humano”, resaltó la experta al inicio de su intervención.
La inauguración de estos dos eventos estuvo a cargo del coordinador general de Extensión, Fernando Macedo Cruz, quien estuvo acompañado por la directora de Desarrollo del Personal Académico, Susana Aurelia Preciado; la líder del Cuerpo Académico 92, Patricia Ayala García; la representante de la Dirección de Educación Superior y Posgrado, Arelí Rodríguez, y el director del Instituto Universitario de Bellas Artes, Juan Diego Gaytán.
La bienvenida al I Congreso Nacional de Sincretismo Artístico y del III Encuentro “Habla el Arte” estuvo a cargo de Juan Diego Gaytán, quien resaltó el éxito de las anteriores experiencias.
Además, el funcionario comentó que éste “es un espacio de retroalimentación para conocer qué hace el compañero y saber qué hacen en otros ámbitos. Esto es enriquecedor y agradecemos el esfuerzo del Cuerpo Académico 92”.
En un hermoso texto, al tomar la palabra, la artista plástica Ana Rosa García Mayorga describió cómo surgieron las artes de nuestros antecesores y su interacción con la naturaleza. Dijo que el ritmo musical fue el comienzo de todas las disciplinas artísticas y que la música cohesiona a la danza, teatro, pintura, literatura y a las nuevas vertientes artísticas.
Su relato inició con el oído, del cual afirmó que “fue el factor fundamental de supervivencia; gracias a su capacidad auditiva, toma conciencia de los sonidos internos del cuerpo, como el golpeteo del corazón, los movimientos de inhalar y exhalar, etc. Todos esos sonidos orgánicos los registra el ser humano y los trae al exterior”.
“Paulatinamente, la escucha de los sonidos externos como el ritmo cambiante de sus pasos cuando se desplazaba por la hojarasca o la arena movediza, pantanosa, terrenos lisos o escarpados dio origen a que el hombre los imitara, los integrara a su lenguaje corporal y a su desarrollo vocal. Así estableció la conexión entre el corazón y la cabeza, su cuerpo y el universo”, describió.
Entonces, continuó la experta, “descubrieron que sus cuerpos son verdaderos instrumentos de creación; se organizan socialmente y arman sencillas coreografías con connotaciones de alegría, festejo victorioso, derrota, exorcismo, fuerzas incontrolables y de culto que no entienden y no pueden manejar”.
Además, habló de la creación de los primeros instrumentos musicales, que fueron elaborados con piedras, maderas, troncos ahuecados, huesos y semillas conjuntados con los carrizos, hojas de árboles, etc.; “también se apropiaron del cantar de los grillos y de todos los pájaros”, dijo.
“Gracias a la práctica creativa y permanente, nuestros antecesores enriquecieron sus danzas, rituales y expresiones teatrales por medio de adornar sus cuerpos con objetos extraídos de la naturaleza. Así, intervinieron el espacio con líneas y decoraron las cuevas que habitaron”, narró.
Ana Rosa afirmó que la práctica continua de las actividades creativas y la función siempre enriquecedora del cuerpo estructuran los sentidos, emociones y la capacidad cognitiva, y que entonces descubre la armonía musical, las tonalidades cromáticas afines a su intuición y sensibilidad, factores que dan como resultado la humanización cerebral y vocal.
Señaló que por medio de la palabra descubrieron matices musicales y que al nombrar las cosas el ser humano se apodera de ellas y les confiere vida: “Surge la frase, la oración y la metáfora poética. El ritmo musical fue el inicio de todas las disciplinas artísticas y la música, eterna viajera, cobija y cohesiona la danza, teatro, pintura, literatura y las nuevas vertientes artísticas”, siguió.
Afirmó que estas disciplinas trascienden las fronteras étnicas, sociales, políticas, raciales, culturales y de género. “Porque el arte es consustancial al hombre, es necesidad interna y profunda, razón por la cual es necesario que nuestras instituciones educativas le den el valor formativo que tienen en el desarrollo del ser humano”, enunció.
La maestra Ana Rosa García, de origen colombiano, es experta en las filosofías y métodos educativos de Rousseau, Paiget, Montessori y la Escuela Democrática de Summerhill y Freinet. Llegó a México para participar en la formación del sistema Waldrof.
Ha recibido la presea Internacional Chamang 2006 como narradora oral en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, la presea “Rafaela Suárez” que otorga el Congreso del Estado de Colima y expuesto su obra en Cuernavaca, Colima, Manzanillo, San Luis Potosí (Xilitla), Ciudad de México y Damme (Alemania).
Por último, cabe destacar que Ana Rosa García sentó las bases, en Colima, para unificar los conceptos de arte y escuela como un binomio inseparable. Fundó la conocida Unidad Lúdica “Margarita Septién” en Nogueras, trabajo que la hizo merecedora del Premio “Comming Up” concedido por instituciones norteamericanas que se dedican a promover la educación artística como factor fundamental en la formación del individuo.