*Silvia Torres explicó que “los elementos que forman parte de los gases y se desprenden de las estrellas, son conocidos para los científicos, pues también se encuentran presentes en la Tierra y en el cuerpo de los seres humanos”.
“Las estrellas siempre han sido importantes para el hombre, pues desde las primeras civilizaciones le han ayudado a determinar los tiempos de cosecha y recolección, así como la definición del tiempo a través de las horas, los meses y años”, expuso la astrónoma Silvia Torres Castilleja en el auditorio de la Biblioteca de Ciencias, al impartir la conferencia “La vida íntima de las estrellas” ante estudiantes de nivel medio superior y secundaria.
Como parte del cierre de actividades de la Quinta Semana de Física y Matemáticas que organizó la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima, la reconocida astrónoma habló a los estudiantes sobre los procesos que ocurren en el interior de las estrellas y, particularmente, “del sol que nos da la energía y luz necesarias para todos los procesos de vida que se dan en la Tierra”.
En la Antigüedad, señaló, se tenía la idea de que el universo era inmutable; sin embargo, las estrellas están cambiando permanentemente, pero lo hacen tan lento, añadió, que es imposible percibirlo en los cortos periodos de vida del ser humano. “El cambio en la estrellas se da principalmente porque son cuerpos que consumen energía y, en el caso de nuestro sol, ha emitido su luz y radiación durante los últimos cuatro mil 600 millones de años; se calcula que lo seguirá haciendo por los siguientes cinco mil millones de años”.
La estudiosa abundó que nuestro sol es una estrella estable y en equilibrio de sus fuerzas, que emite luz y radiación a través de procesos de energía nuclear, particularmente el de fusión: “El hidrógeno del interior del Sol se está transformando en helio; en su interior está ocurriendo el equivalente a la explosión de 100 mil millones de bombas de hidrógeno cada segundo”, afirmó.
Al explicar los tipos de estrellas que existen, Torres Castilleja comentó que aquellas que tienen mayor masa tienen más combustible, lo desperdician más, viven poco tiempo y al final de sus vidas explotan violentamente, creando lo que los astrónomos llaman una supernova. “Si, por ejemplo, se trata de una estrella 15 veces más grandes que el Sol, se hace un hoyo negro y, si es menos de esa cantidad, se convierte en lo que llamamos una estrella de neutrones”, describió.
En este sentido, añadió que, si se trata de una estrella de masa intermedia como el caso de nuestro sol, “al agotar su combustible se hincha y se vuelve una gigante roja; luego esa gigante roja pierde las capas exteriores suavemente y la parte exterior de la estrella se rompe en dos pedazos, mientras que la parte central se vuelve una enana blanca”, expuso.
Mostrando imágenes de supernovas a los espectadores, explicó que los astrónomos estudian las estrellas a través de la luz y los gases que se desprenden en estas violentas explosiones de cuerpos con gran masa, así como a través de las nebulosas planetarias, en las cuales se pueden observar los gases que desprenden en los últimos momentos de sus vidas.
“La estrella central está caliente, los cual hace brillar a estos gases, y eso nos permite estudiar cómo están constituidos. La importancia de estos gases es que también estuvieron dentro de la estrella”, ilustró.
Finalmente, la expositora señaló que todos los elementos que forman parte de los gases y se desprenden de las estrellas son conocidos para los científicos, pues también se encuentran presentes en el planeta Tierra y en el cuerpo de los seres humanos, “por lo cual podemos decir que también somos polvo de estrellas”, concluyó.