+Datos de la Ensanut 2016 indican que 28% de la población tiene problemas de grasa en la sangre, puntualiza la Secretaría de Salud
La grasa es un macronutriente que no se debe eliminar de la alimentación diaria, porque el cuerpo ocupa entre un 20 y 30% de ellas, sin embargo, deben ser de buena calidad, que se encuentren en alimentos y no en productos envasados o industrializados, ya que estos contienen grasas de mala calidad y causan aumento de colesterol y triglicéridos, alteraciones que afectan el corazón y los vasos sanguíneos, informa la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado.
La dependencia estatal señala que dentro de la Estrategia Nacional y Estatal de Prevención y Control Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, se establece que el colesterol elevado es frecuente en la población y tiene estrecha relación con alimentos de mala calidad, como los alimentos ultraprocesados o empaquetados.
El colesterol -cuya buena proporción es generada por el hígado y otra parte proviene de los alimentos que se ingieren- es un tipo de grasa que el cuerpo requiere para fabricar hormonas, ácidos biliares, vitamina D y otras sustancias, pero su aumento en la sangre puede ser peligroso y producir padecimientos como la aterosclerosis o grasa en las arterias.
Asimismo, los triglicéridos o grasa en la sangre se relacionan más al consumo de azúcares como alimentos dulces, panes y productos industrializados, que constituye una alimentación de mala calidad.
Al respecto, el área de Nutrición de la Secretaría de Salud, recomienda que una buena alimentación incluya, por ejemplo, el aguacate y alimentos altos en fibra como avena, centeno o integrales, además de frutos secos como cacahuate, almendra, pistache y semilla de girasol, ya que ayudan a generar grasas buenas.
De acuerdo a datos de la Ensanut 2016, el 28% de la población mexicana tienen estos problemas de grasas en la sangre, de ahí la importancia de que las personas se realicen estudios sobre los niveles de colesterol y triglicéridos, toda vez que son padecimientos que tienen relación con enfermedades del corazón.
Las recomendaciones sobre una buena alimentación son proporcionadas de manera directa por el personal de nutriólogos que se encuentran en unidades de salud, en donde también el personal médico y de Enfermería levanta cuestionarios de factores de riesgo para estas enfermedades.
Con estas acciones se atiende el programa de enfermedades crónicas y los lineamientos de la Estrategia de Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes.