Con el gusto de iniciar un año más, reitero para usted y sus apreciables familias mis buenos deseos ya manifestados en el último aporte de 2017, nos disponemos a testificar los próximos acontecimientos electorales y electoreros, que darán mucho de qué hablar.
En medio de la precampaña que se vive a lo largo y ancho de la república mexicana, estamos en el momento de las definiciones, es decir, en tiempos en que se supone deberían tomarse grandes decisiones.
Decisiones que deberían impactar para bien en el electorado que comienza a mostrar su rechazo a los partidos políticos, motivado por las grandes historias de corrupción que se escriben a diario en nuestro país.
Lejos de pensar en servir a la población, muchos actores deciden su futuro político con base a sus aspiraciones de grupo o proyectos personales, tal es el caso del senador Javier Lozano Alarcón quien después de militar por más de una década en Acción Nacional, se va de lleno con el proyecto de Meade.
¿Por qué hasta ahora?
Según el poblano porque en el PAN se han cerrado los espacios para su participación, es que al no verse favorecido con la candidatura al gobierno de su estado, Lozano se lanza a los brazos de su amigo Pepe Toño en la búsqueda de una secretaría en el caso de que este logre la victoria el primer domingo de julio.
Lozano toma esta decisión electorera pensando en él y sólo en él, dejando de lado el interés general de fortalecer al partido que lo catapultó a las grandes ligas de la política como secretario de estado y senador.
¿Cuándo un partido deja de ser bueno?
De acuerdo a como se maneja la política en la actualidad, un partido deja de ser bueno para sus militantes cuando se les impide participar por un cargo de elección popular o representación proporcional, entonces escuchamos discursos plagados de adjetivos calificativos contra aquellos que alguna vez fueron compañeros de lucha, Sirvan de ejemplo las palabras que hoy emplea Javier Lozano contra el PAN, donde no baja a sus dirigentes y precandidato de pobres diablos y dictadorzuelos.
En fin, como ya es una costumbre, continuará el desfile de actores en búsqueda de seguir fortaleciendo sus cuentas bancarias en lugar de abonarle a la construcción de proyectos que mejoren el rumbo de la nación.
Lamentable que estemos en manos de mercenarios y personajes que se distinguen por denigrar la política.
Mi óptica
Otro que se acomoda donde haya lugar es el diputado Nicolás Contreras, de quien se sabe será el candidato de la alianza PRI-PVEM-PANAL a la alcaldía capitalina, Nico seguramente ya se sabe perdedor pero es bueno conseguir una regiduría y cobrar generosamente otros tres años.
Por cierto
Se dice que el ser humano es de memoria corta, veremos si aplica con el diputado priindependiente, sabremos si quienes lo llevaron por primera vez al congreso ya le perdonaron su traición.