El Partido del Trabajo hace un llamado a todos los Senadores para que voten en contra de la Ley de Seguridad Interior que se discutirá mañana en la Cámara Alta.
El integrante de la Comisión Ejecutiva Nacional, Alberto Anaya Gutiérrez precisó que los legisladores del PT la votarán en contra, al considerar que se convierte en un instrumento de represión y control contra la población por parte del Estado, ya que dota a las fuerzas armadas de facultades extra constitucionales para intervenir en asuntos que, a su consideración, representen un riesgo o amenacen la paz interna.
Por tanto, exhortó a todos los partidos políticos representados en la Cámara de Senadores, que acompañen al Partido del Trabajo en su postura y anulen lo aprobado por los diputados federales la semana pasada, quienes no tomaron en cuenta las voces que alertan sobre el retroceso que significa el uso discrecional de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, sin establecer canales de coordinación con los distintos niveles de gobierno.
Manifestó que el Ejército no debe estar en las calles porque su presencia no garantiza la paz y la tranquilidad, y, prueba de ello es la falta de resultados que a lo largo de dos sexenios se ha tenido en materia de seguridad.
Consideró que una decisión de gran trascendencia como esta requiere del análisis y opiniones de expertos, consultar a la sociedad, y para ello se deberán organizar foros en los que el tema sea abordado amplia y seriamente.
Calificó como grave que las fuerzas armadas suplan el papel que deberían desempeñar las policías civiles en sus tareas de Ministerio Público, investigación, persecución de delitos y detención de personas, porque esta situación provocará violaciones a los Derechos Humanos.
“Demandamos el retiro de las fuerzas armadas de las calles y apegarnos a lo que dicta la Constitución, debemos considerar el respeto a la dignidad humana e implementar una política integral de seguridad y justicia que considere dotar de mayores recursos a las policías civiles”.
En resumen, la Ley de Seguridad Interior valida situaciones que en toda democracia son excepcionales y amplía el margen de maniobra de las fuerzas armadas, en lugar de imponer límites claros sobre su actuación.