Una fue en la categoría Estudiantil en Ciencia y Tecnología de Alimentos, y la otra en Profesional, en Investigación en Alimentos y su Impacto en la Nutrición.
La Universidad de Colima ganó dos Menciones Honoríficas en el Premio Nacional de Ciencias y Tecnología en Alimentos 2017, una en la categoría Estudiantil en Ciencia y Tecnología de Alimentos, y la otra en Profesional, en Investigación en Alimentos y su Impacto en la Nutrición.
Uno de las investigaciones reconocidas fue “Propiedades físicoquímicas y funcionales de la Globulina 11S de la semilla de chan: una fuente novedosa de proteínas con potencial valor alimenticio y nutracético”, realizada por Luis Fernando de la Cruz Torres, estudiante del Doctorado en Ciencias Químicas en la Facultad de Ciencias Químicas de la UdeC, quien fue asesorado por el profesor investigador de la misma Facultad, Juan Alberto Osuna Castro.
El otro trabajo de investigación fue “Efecto de la maduración, procesamiento térmico y almacenamiento en congelación en la bioaccesibilidad de capsaicina y dihidrocapsaicina de chiles Jalapeños, en ausencia o presencia de dos tipos de grasa dietaria”, en la que participa Vrani Ibarra Junquera, profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica y responsable del Laboratorio de Agrobiotecnología de la UdeC.
El evento se llevó a cabo en el Auditorio “Eugenio Méndez” del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en la Ciudad de México y estuvo presidido por el director general del consejo, Enrique Cabrero Mendoza; el vicepresidente de Asuntos Corporativos y Comunicación y por el presidente del Consejo Directivo de la Asociación de Embotelladoras Mexicanas de Coca Cola, Joans Prats y Alejandro González Quiroga, respectivamente y por el Presidente del Jurado del premio, Sergio Serna.
En representación del rector de la UdeC, José Eduardo Hernández Nava, asistió el director operativo de la Representación de la Universidad en la Ciudad de México, Eduardo Hernández Hernández.
El premio es otorgado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la empresa Coca Cola.
En su intervención, Cabrero Mendoza mencionó que es un hecho que la ciencia y la tecnología “tienen el potencial de elevar el crecimiento económico en el largo plazo, así como elevar sustancialmente la calidad de la vida humana, siendo definitivo que, en las últimas décadas, son los países que han mantenido una inversión y una atención creciente en la ciencia, la tecnología y la innovación, los que han logrado los mayores niveles de crecimiento y competitividad y los mayores niveles de bienestar social en la población”.
Al término del evento, en entrevista, Luis Fernando de la Cruz comentó que ser reconocido con un premio nacional de investigación por parte del Conacyt y Coca Cola es una satisfacción muy grande y que ello significa que están haciendo las cosas bien, que aunque esperaba ganar el premio en su categoría, reconoce que la investigación ganadora destaca por ser algo innovador.
Dijo que la competencia fue difícil, al grado tal que el voto de los jurados estuvo muy cerrado para otorgar el premio al ganador; “a fin de cuentas es un premio nacional y hay que tomarlo como eso, un reconocimiento a nivel nacional donde se reconoce el trabajo de la investigación”.
Agregó que lo que puede recomendarle a sus compañeros “es a ser constantes, tener disciplina y creer en lo que se trabaja, y que no por el hecho de que se sea de provincia no se pueda logar un premio nacional; si yo tuve la capacidad de estar aquí, los demás también pueden llegar”.
Osuna Castro dijo que el trabajo reconocido consistió en investigar los proteínas de la semilla de Chan, en particular una, la globulina 11S, que en otros cultivos modelos como la soya, el amaranto y el chícharo son las que tienen las propiedades nutricionales desde el punto de vista de aminoácidos esenciales y de aplicabilidad en los alimentos.
Puntualizó que lo que se estudió específicamente son las características de dicha proteína para su potencial aplicación en alimentos, a la vez que se encontró que se puede también mejorar la textura de otros productos alimenticios, que aguanta altas temperaturas, además que la investigación permitió tener colaboración con otras universidad, como la Autónoma de San Luis Potosí, la Nacional Autónoma de México y el Instituto Tecnológico de Atlacomulco.
Por su parte, Ibarra Junquera destacó el hecho de recibir la mención honorífica por su participación en la investigación galardonada; subrayó que también es de gran importancia el tipo colaboración que se realiza con otras instituciones como el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, la Autónoma de San Luis Potosí y la Ohio State University, dado que no sólo son parte de esta investigación sino de muchas otras.
Señaló que las sinergias que se desarrollan también es otro punto a destacar, lo que ha permitido tener cuatro reconocimientos sucesivos del Premio Nacional de Ciencia y Tecnología, siendo la vinculación el motor que genera resultados positivos y los éxitos.
Agregó que los reconocimientos siempre serán una brújula que indica que se va por el camino correcto, y que lo que se persigue es convertir la ciencia y la investigación en empleos, “en este sentido, el eje central que viene trabajando el rector Hernández Nava sobre la responsabilidad social retoma esto como parte de su trabajo, ya que el impacto hacia la sociedad es algo que nos preocupa muchísimo”.
Concluyó que, si bien los premios son algo atractivo, además de convivir con los colegas del área, “que son la élite científica en México, el aplicar las investigaciones en la industria es realmente lo más satisfactorio que hay en este trabajo”.
Cabe aclarar que fueron dieciséis los integrantes del jurado del Premio Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos 2017, todos ellos investigadores de Instituciones de Educación Superior del país, de reconocido prestigio internacional.