La mañana de ayer un significativo grupo de antimotines de la Policía Estatal se presentó a la Universidad Tecnológica de Manzanillo para reprimir la manifestación de un grupo de estudiantes que, no habiendo obtenido respuesta a sus demandas de una educación de calidad, se vieron obligados a hacer públicos sus reclamos a las afueras de esta institución educativa.
En un acto de claro autoritarismo y represión en contra de este grupo de estudiantes que hacían valer sus derechos de forma pacífica, la Policía del Estado, haciendo un uso desmedido de su fuerza, e incluso usando gas lacrimógeno, reprimió a la agrupación estudiantil con el argumento de que estaban alterando el orden establecido.
Es importante señalar que si bien el motivo visible de este conflicto se originó con el despido de diez maestros de la planta laboral al inicio de este ciclo escolar, la causa real de fondo han sido las injustas condiciones laborales que padecen los maestros de la Universidad y la incapacidad de las autoridades educativas para dar una solución pronta y positiva a esta situación, ocasionando con ello el empobrecimiento en la calidad educativa, lo que se verá reflejado sensiblemente en la formación terminal de los estudiantes.
Fundada en 2008, con 15 carreras diferentes, 70 académicos y más de 1,200 alumnos, la UTEM se ha convertido en una institución toral para el desarrollo de nuestro Estado, de ahí que sea impermisible que el gobierno del Estado, a través de la Secretaría encargada del ramo, le haya dado la espalda a las demandas de los estudiantes desde hace más de un mes, ocasionando con esto que la situación se agravara, hasta llegar a estas lamentables consecuencias.
Los que suscribimos la presente (actores políticos, activistas, académicos, pero ante todo ciudadanos comprometidos con el desarrollo de nuestra entidad) reprobamos la decisión del gobierno de reprimir por medio de la fuerza pública el derecho de los estudiantes a manifestar públicamente sus demandas, pues consideramos que ésta es la decisión menos apropiada para tratar la problemática estudiantil.
Por lo anterior, pedimos al gobierno del Estado, de manera respetuosa pero enérgica, que sea el diálogo lo que prive en la solución de este conflicto, que las peticiones de los estudiantes sean atendidas a fin de que, lo más pronto posible, la tarea universitaria regrese a la normalidad.
Martha Zepeda,
Enrique Michel Ruiz
Carlos Maldonado
Carlos Arellano
Rogelio Guedea