En una sesión solemne desairada por los legisladores federales de oposición, el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez, acudió a entregar el documento del segundo informe de actividades del estado que guarda la administración pública del estado, donde estuvo acompañado por el Secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, quien vino con la representación del presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Sí, al evento convocado por el Congreso no asistieron el Senador Jorge Luis Preciado Rodríguez, ni las diputadas federales Eloísa Chavarrías Barajas, Gretel Culin Jaime, ni el diputado Luis Fernando Antero Valle, todos ellos panistas, pero tampoco vimos a la diputada perredista María Luisa Beltrán.
A nivel local los ausentes fueron el diputado local panista Miguel Alejandro García Rivera, siendo el único legislador faltante a la sesión solemne de instalación y apertura del primer período ordinario de sesiones del tercer año de ejercicio constitucional.
Tampoco acudieron la alcaldesa de Villa de Álvarez, Yulenny Cortés León, ni la presidenta manzanillense Gabriela Benavides Cobos, así como los alcaldes de Cuauhtémoc, Rafael Mendoza Godínez, y el de Coquimatlán, Orlando Lino Peregrina, o sea prácticamente todos los panistas que son parte del grupo del Senador Preciado Rodríguez, quisieron hacerse los importantes y desdeñaron la invitación que les formuló el Poder Legislativo, como si eso los hiciera ver más valientes.
Otros ausentes fueron los dirigentes de los partidos políticos de Movimiento Ciudadano, Leoncio Morán Sánchez, de quien una fuente del partido diría que no recibieron invitación; de MORENA, ni acudieron ni Sergio Jiménez Bojado, que es el presidente formal; ni Vladimir Parra, que es el presidente del consejo político; ni el General José Francisco Gallardo Rodríguez, que es el representante de AMLO en Colima.
Tampoco se dejaron ver los dirigentes del Partido Encuentro Social, José Antonio Padilla Navarro, ni Marcos Santana Montes, presidente y secretario general del PES; otra ausencia que se notó fue la de la delegada nacional del PRD en Colima, Martha María Zepeda del Toro, y el presidente estatal perredista Jorge Luis Reyes Silva.
Una ausencia notable fue la del Director del Instituto Mexicano de la Juventud, José Manuel Romero Coello, pero bueno, a pesar de esas ausencias, el recinto legislativo se llenó.
Excesiva vigilancia…
Aún cuando la sesión se había convocada para iniciar a las 11:00 horas, desde antes de las 10:00 de la mañana el Palacio Legislativo, ya era un búnker, al cual era muy difícil acceder. El sótano estaba haciendo las funciones de cuartel, hombre y mujeres policías, de veían por doquier.
El edificio del Congreso rodeado de vallas de acero, y junto a ellos elementos de la policía estatal, muchos uniformados, muchos más vestidos de “civiles”, prevenidos por si a alguien se le ocurría tratar de hacer una manifestación, entre ellos los maestros de las secciones 6 y 39 que este lunes cumplirían tres semanas de plantón, detenerlos antes de llegar al Congreso.
Por cierto los dirigentes magisteriales el profesor Prisciliano González y el profesor Heriberto Valladares, de los maestros federales y estatales, no asistieron a la sesión, aunque no sé si fue porque no los invitaron o si ellos la desairaron, el caso es que no se pararon.
Algo que quizá ayudó un poco a desalentar cualquier movilización, fue el hecho de que desde temprano lloviznaba y eso quizá los desmotivó a salir a las calles y mojarse en domingo.
Al interior del Congreso las cosas no eran distintas, agentes policiacos, hombres y mujeres, muchos de ellos armados con escudos y toletes, los elementos de la policía de Procuración de Justicia y de otras corporaciones, vestidos de civiles, tomaban sus lugares, en las puertas, en las escaleras metidos entre la gente para tratar de confundirse entre los invitados y estar prestos a evitar algún posible desaguisado, nos dificultaban la tarea, a muchos de los colegas no les permitieron el libre tránsito, ni para bajar al sótano donde está la Sala de Prensa, “porque esa es la orden que tenemos, que nadie pase hasta que se retire el gobernador”, decían.
Y nos dieron las 10 y las 11…
Los primeros invitados empezaron a llegar como a las 10:35 y eran atendidos por las guapas y eficientes edecanes del Congreso la mayoría de ellas, quienes los acompañaban a la fila donde les habían asignado su lugar y les indicaban cuál era su sitio, que debo mencionarle que al final, ante las ausencias que hubo, no faltaron los que anduvieron brincando butacas para quedar lo más cerca posible al pasillo central a fin de poder saludar de mano al gobernador Peralta Sánchez y que los pudiera ver el Secretario de Hacienda y de paso saludarlo como si en verdad fueran viejos amigos.
De los que llegaron temprano y que fueron los que más llamaron la atención eran el periodista Héctor Sánchez, quien hizo círculo para platicar con el rector de la Universidad de Colima, José Eduardo Hernández Nava, y con el secretario general de nuestra máxima institución Christian Jorge Torres Ortiz, que luego se retiraría del grupo; luego se sumarían el Secretario General de Gobierno Arnoldo Ochoa González y el ex gobernador Fernando Moreno Peña, quien antes, al llegar, llevó hasta su lugar a su esposa, la senadora Hilda Ceballos Llerenas, quien se quedaría dialogando con las magistradas María Luisa Ruiz Corona y Ma. Concepción Cano Ventura.
Instalados de pie en el pasillo central, a un lado de la butaca que le había sido asignada a Héctor Sánchez, bromeaban, se palmeaban la espalda, se reían, y recibían el saludo de los actores políticos que invariablemente acudían a donde ellos estaban y después del saludo de rigor, a tomarse la foto a petición de los colegas o de los fotógrafos oficiales.
Lo mismo acudía el presidente de la Comisión de Gobierno Interno y Acuerdos Parlamentarios, diputado Nicolás Contreras Cortés, quien recibía el abrazo de todos; que el aún coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, diputado Luis Ladino Ochoa, quien se llevaba los comentarios del Secretario General de Gobierno, Arnoldo Ochoa, lo que provocaba las risas de los demás y entre bromas Ladino le colocaba el brazo sobre los hombros al ex gobernador Moreno Peña, que se sumaba a los comentarios.
Después, luego de pensarlo un rato y al observar que todos iban a saludar a este grupo, se acercó la diputada única de Movimiento Ciudadano, Leticia Zepeda, quien básicamente fue para la foto y se retiraba a platicar con el Secretario de Educación, Oscar Javier Hernández Rosas y a saludar al Procurador General de Justicia del Estado, José Guadalupe Franco escobar
Luego llegaría el diputado Héctor Magaña Lara, quien se tomaría la foto de rigor y enseguida llegaban el actual presidente de la FEC, Joel Nino Jr. y el ex presidente de la FEC, Fernando Mancilla.
Mientras esperaban a que arrancara la sesión, que cada vez se prolongaba más, pues el reloj marcaba casi las 11:20 horas, aprovechaba el secretario particular del gobernador Héctor Munguía, que se desvivía en saludos a quienes le puedan abonar a sus aspiraciones, bueno hasta con el Obispo don Marcelino Hernández, fue a pasar lista de presente.
Lo que sucedía en el interior era interesante, como se empezaban a reunir para entablar los diálogos, y de los más solicitados era precisamente el representante dela iglesia católica en Colima, el monseñor don Marcelino Bravo, que se la pasó platicando sabroso con el ex gobernador Elías Zamora, después con el ex gobernador Fernando Moreno y quien lo acaparó un rato, fue el ex gobernador y actual secretario general, Arnoldo Ochoa, hasta que llegó a recatar al Obispo el ex gobernador Ramón Pérez Díaz.
Ahí andaba el delegado de la Secretaría de Gobernación el mayor Luis León Aponte, quien le pedía al ex gobernador Fernando Moreno una fotografía, y decía al fotógrafo “pero me la mandas, eh”.
Entre los invitados estaban la consejera Nirvana Fabiola Rosales Ochoa, presidenta del consejo general del Instituto Electoral del Estado, que de hecho esta era su presentación en sociedad en un acto político; la acompañaba el presidente del Tribunal Electoral, el magistrado Guillermo de Jesús Navarrete Zamora.
También ahí se encontraba puntualísimo con su uniforme de gala el general Celestino Ávila Astudillo, comandante de la XX Zona Militar, quien también era muy solicitado por todos para saludarlo, los ex gobernadores Fernando Moreno, Elías Zamora Verduzco, Ramón Pérez Díaz y Arnoldo Ochoa González, por cierto otra ausencia que no pasó desapercibida fue la del ex gobernador Carlos Flores Dueñas.
Y poco a poco los diputados empiezan a tomar sus lugares en las curules que tienen asignadas y entre los asistentes empiezan a surgir los comentarios y es que en la primera fila, estaba ni más ni menos que Pedro Peralta Rivas, primo del gobernador, y a quien le atribuyen estar detrás de la presidencia de la diputada Julia Jiménez, como dirigente estatal del PAN.
“No pues sí, ahora sí sale a que lo vean”, comentaba alguien…
Y sí ahí estaba Pedro Peralta Rivas, muy sonriente, dialogando con su tío don Ignacio Peralta Mejía, hasta donde fue el diputado Nicolás Contreras Cortés para saludar de abrazo a Pedro Peralta y de fuerte apretón de mano a don Ignacio Peralta, el padre del gobernador del estado. Atrás de ellos estaba el director de El Mundo Desde Colima, don Manuel Sánchez de la Madrid, junto con el delegado de la PROFEPA, el doctor Ciro Hurtado Ramos y don Roberto Levy.
Y así, poco a poco, la diputada presidenta de la mesa directiva Graciela Larios Rivas, abrió por fin la sesión solemne con casi treinta minutos de retraso de acuerdo a la hora convocada, con 24 de sus 25 integrantes y exactamente a las 11:30 se instala formalmente la sesión, procediendo a nombrar las comisiones de cortesía para recibir a los invitados especiales.
Los diputados Nicolás Contreras y Federico Rangel, fueron los comisionados para acompañar al Secretario de Hacienda, José Antonio Meade; la diputada Julia Jiménez y el diputado Santiago Chávez, para acompañar al gobernador José Ignacio Peralta; mientras que los diputados Javier Ceballos Galindo y J. Guadalupe Benavides, al presidente del Supremo Tribunal de Justicia, magistrado Bernardo Alfredo Salazar Santana.
Por fin a las 11:41, ingresan el Secretario Meade, el gobernador Peralta y el magistrado Santana, y entre abrazos, saludos, apretones de mano, saludos a distancia empezaron a caminar el pasillo central para llegar a ocupar sus lugares en el presídium, aunque antes saludaron de mano a todos los y las legisladoras que se encontraban de pie.
Eran las 11:46 horas cuando terminaron de saludar a los y las diputadas y a las 11:47 toman su lugar en el presídium, reanudándose inmediatamente la sesión.
Vinieron los honores a la bandera y el himno nacional y por fin a las 11:56 horas, la presidenta de la mesa directiva, la diputada Graciela Larios Rivas declara la apertura del primer período ordinario de sesiones correspondiente al tercer año de ejercicio legislativo, el último año de esta Quincuagésimo Octava Legislatura.
Un minuto después a las 11:57, el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez, entrega el documento que contiene el segundo informe de labores y los anexos estadísticos y treinta segundos después inicia la lectura de su mensaje el cual duró 32 minutos y medio.
Enseguida el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade, dirige su mensaje y antes de concluirlo aprovecha para felicitar en su cumpleaños, al gobernador José Ignacio Peralta, que este domingo estaba cumpliendo su aniversario número 47.
Después le tocó el turno a la presidenta del Congreso, la diputada Graciela Larios dirigir su mensaje y luego de citar a sesión para este miércoles a las 11:00 horas, clausuró el evento a las 12:49 horas.
La desbandada…
No bien había sido clausurada la sesión cuando inició la desbandada, todo mundo tratando de salir del recinto para trasladarse a Palacio de Gobierno donde sería la salutación al gobernador.
Por cierto ¿Quién ordena o quien desordena en el Congreso del Estado?, desde el 1 de septiembre que hubo sesión solemne para conmemorar el Centenario de la Promulgación de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Colima; después en la sesión solemne donde se entregaron los reconocimientos a los ancianitos de 100 años y más y ahora en esta sesión del informe, “alguien” ha dado la orden de que los reporteros no ingresemos al salón de sesiones hasta que se hayan retirado los legisladores y los funcionarios, eso a pesar de que la sesión ya haya terminado.
Quienes impiden el acceso, son elementos de la policía vestidos de civiles, quienes dicen “yo recibí la orden de que nadie pase hasta que se retiren todos, entonces no puede pasar”; y vaya que lo cumplen a pie juntillas, esos tipos que solo entorpecen nuestro trabajo y no han dicho quién les dio esa orden.
Inclusive este domingo no dejaban a algunos colegas reporteros, trasladarse al sótano donde está la sala de prensa para ponerse a trabajar, y eso que todos traíamos los gafetes de acreditación los cuales se los pasaron por el arco del triunfo esos sujetos que contrataron, es decir, el libre tránsito en el edificio del Congreso ya no existe y para impedirlo están echando manos de elementos de la policía.
Eso genera algunas interrogantes como ¿quién dio ese tipo de órdenes?, ¿quién tiene tanto miedo que están recurriendo a la contratación de elementos policiacos?, ¿a quién le interesa obstaculizar nuestra labor?, ¿de veras creen que es de los reporteros de quien tienen que cuidarse?
Yo no sé si quien dio la orden está en el Congreso, porque si es alguna persona externa al Poder Legislativo sería muy grave. Son ya tres veces que eso ocurre… trataré de investigar, porque creo que “alguien” ya se mareó, o “alguien” quiere comprarles un pleito gratis a los diputados.
¡Ah! y no le he comentado que ya nos han estado metiendo a los reporteros en una especie del “corral de la ignominia”, el presidente de la Comisión de Gobierno Interno, dice que ya dio la orden para que eso no exista, ya le comentaré como se sigan dando las cosas.
Para cerrar…
Antes de terminar quiero pedir una disculpa a todos mis seguidores y amigos, por lo errático de la publicación de mi columna “Desde la Curul 26”, desafortunadamente se han juntado una serie de inconvenientes, lo que ha impedido que realice la entrega como los tenía acostumbrados.
Sin que lo anterior sea una justificación, espero retomar nuevamente el paso y espero verme favorecido nuevamente con su atención y que me hagan llegar sus comentarios.
Espero que esta columna con la que estoy reiniciando sea de su agrado y quedo a sus apreciables órdenes, reiterándoles mis sinceras disculpas.