*Los profesores Gloria Vergara, Rubén Martínez, Ada Aurora Sánchez, Gabriel Govea y Víctor Gil recordaron al gran maestro y escritor a través de anécdotas, poemas, su trayectoria docente y de su impulso a la creación literaria en el estado.
Alumnos, docentes, amigos y familiares se dieron cita este jueves en el auditorio de la Facultad de Letras y Comunicación (Falcom) de la Universidad de Colima, para rendir homenaje al poeta colimense Víctor Manuel Cárdenas, fallecido en días pasados.
Los profesores Gloria Vergara, Rubén Martínez, Ada Aurora Sánchez, Gabriel Govea y Víctor Gil compartieron anécdotas del amigo, del hombre de buen corazón que era Víctor Manuel, así como su ímpetu por apoyar la creación literaria y los talleres.
Krishna Naranjo, moderadora del evento, destacó que para la Falcom “es necesario mantener viva la memoria y este vínculo tan fuerte e importante que el poeta ha tenido con los profesores y los alumnos en los inicios del plantel”.
Gloria Vergara, profesora de esta facultad, rememoró el paso del poeta por las aulas: “Conocer a Víctor fue conocer de otra manera la palabra; él nos enseñó tonos muy diversos de la poesía, hizo que nos gustara, que sintiéramos cada palabra, cada tono”.
Víctor, además de ser un poeta, recordó la profesora, “fue un hombre generoso que compartió con amigos el humo interminable de su risa; ahora, con su partida, ha dejado una lluvia que no cesa”, culminó.
Por su parte, Rubén Martínez compartió con la audiencia que conoció a Víctor Manuel Cárdenas en un taller a principios de la década de los 80, llamado “Galopante” que, según sus propias palabras, “era un taller especial, fuera de lo académico, un taller libre donde leíamos a diferentes autores”.
A lo largo del tiempo este taller, continuó Rubén Martínez, se convirtió en un grupo de amigos: “Nos juntábamos a leer poesía, discutir algunas noticias, corregir poemas. Esta amistad se prolongó hasta hoy en día. Víctor fue una persona muy generosa. Cuesta trabajo hablar de él en pretérito”, confesó.
Al tomar la palabra, Ada Aurora Sánchez, también profesora de Letras, recordó cómo a los ochos ocho años acudió a un taller literario infantil que el homenajeado empezó a coordinar. Años después, dijo que leyó sus libros y que, aunque no le tocó como profesor del plantel, “puedo decir que lo siento como un maestro muy cercano por sus obras y las conversaciones que tuve con él, pues además presenté varias de sus libros”.
“Quienes lo conocimos –dijo– tenemos el compromiso de compartir con otros este hallazgo maravilloso, humano y literario, que ha sido encontrarnos con una persona como Víctor. Como profesores de esta facultad existe el doble compromiso de seguir difundiendo su obra y de ponerla al alcance de los estudiantes”.
En su turno, Gabriel Govea, también profesor del plantel, comentó al público que “el maestro Víctor Manuel fue un impulsor de la escritura”, y que lo conoció gracias a que solicitó un apoyo para realizar un proyecto literario: “Víctor tenía el espíritu de compartir e impulsar la creación literaria. Vivía con tal intensidad la poesía, que deseaba que otros también tuviéramos esa experiencia”, afirmó.
“Víctor no sólo fue un gran maestro sino también un amigo; veíamos en él a un papá literario, a un mentor”. Además, Govea resaltó la hospitalidad del poeta, su apoyo e impulso a los jóvenes y su gran gusto por compartir la poesía: “Nos quedamos con el follaje de su recuerdo, de sus palabras, como aquella vez que nos leyó sus versos bajo la fronda del árbol de El Guardián, donde se alcanzan a escuchar del Volcán de Fuego sus rumores, y ahora también la voz de nuestro maestro”.
Después, Víctor Ramiro Gil Castañeda recordó que cuando él entró a la Facultad de Letras y Comunicación, en 1981, Víctor Manuel fue su maestro y con él compartió el gusto por la lectura: “Nos hacía leer textos completos para después analizarlos, hacer juicios críticos y exponerlos”. Asimismo, “nos convidó a que ejerciéramos la docencia, a que todo el conocimiento que obtuviéramos a través de los libros, lo compartiéramos”.
Durante el homenaje, se escuchó en una grabación la potente voz del poeta leyendo varios poemas suyos, que dedicó a Marisol, su mujer, y a sus hijos, presentes todos en el evento. Además, alumnos de la Falcom leyeron poemas suyos.