Las autoridades venezolanas están investigando la desaparición de varios animales de un zoo en el estado noroccidental de Zulia después de que la policía denunciara que fueron robados para su consumo, informa The Guardian. Este misterioso incidente es otra clara señal de la hambruna que atraviesa la población de Venezuela bajo el Gobierno de Nicolás Maduro.
Un agente de la policía denunció el pasado fin de semana el robo de dos pecaríes de collar -de apariencia similar al jabalí- del Parque Zoológico Metropolitano del Zulia, ubicado en la ciudad de Maracaibo, cerca de la frontera con Colombia. “Lo que suponemos es que se los llevaron con la intención de comérselos”, afirmó ante la prensa Luis Morales, agente de la policía nacional. Sin embargo, el director del zoo, Leonardo Núñez, contradijo la hipótesis de la policía afirmando que los responsables de los robos eran “bandas de delincuentes” que aprovechan la falta de presencia militar en el área para sustraer animales valiosos y venderlos.
Según Núñez, la oleada de robos ha aumentado en las últimas semanas, periodo durante el cual al menos diez tipos de animales fueron sustraídos, incluyendo un búfalo al que unos “drogadictos” despedazaron con la esperanza de vender las piezas de forma ilegal. “Aquí se llevan de todo. Los animales no fueron robados para su consumo”, dijo Núñez en una entrevista el miércoles.
El exdirector del zoológico, Mauricio Castillo, confirmó que los ladrones lograron llevarse dos tapires, animales selváticos en peligro de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).
En cualquier caso, la hipótesis de la policía venezolana no tiene por qué ser desacertada. El colapso del modelo económico socialista venezolano durante los últimos cinco años ha dado pie a una situación permanente de hambre, protestas y violencia gubernamental. Con los supermercados medio vacíos, millones de venezolanos se ven obligados a encontrar comida en cualquier parte, incluyendo basuras y contenedores. El porcentaje de la población en situación de pobreza crónica fue del 16% en 2014, del 31% en 2016 y sigue incrementándose. También han aumentado los casos de desnutrición, a pesar de tratarse de uno de los países con más recursos naturales de Latinoamérica.
El presidente, Maduro, culpa a la oposición de la escasez alimentaria que sufre el país. Los culpables, según él, son los manifestantes que organizan las protestas contra el régimen y bloquean las principales calles y carreteras principales con barricadas. Maduro también culpabiliza a sus adversarios extranjeros que, liderados por Washington, están desencadenado una “guerra económica” dentro de Venezuela e imponiendo sanciones económicas al país.
La escasez alimentaria en Venezuela también ha afectado a los parques zoológicos nacionales, que apenas tienen comida suficiente para sus animales. El líder de un sindicato denunció que el año pasado había unos cincuenta animales muriéndose de hambre en los zoos de Caracas. El Gobierno negó estas acusaciones y declaró que los animales estaban siendo tratados “como si fueran familia”.