*Estuvo dirigido a docentes que durante el curso escolar tendrán a su cargo estudiantes con alguna discapacidad.
Con el objetivo de desarrollar competencias para una educación inclusiva con base en el conocimiento de la discapacidad, el lenguaje inclusivo y adecuaciones a las estrategias de enseñanza-aprendizaje, el Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (CEDEFU) de la Universidad de Colima, que dirige Alicia López de Hernández, realizó el Taller de Competencias para una Educación Inclusiva.
Este taller estuvo dirigido a docentes que durante el curso escolar tendrán a su cargo estudiantes con discapacidad. En él, se vieron temáticas sobre tipos de discapacidades, sus limitantes, barreras y cómo esto afecta la relación con los demás.
Se contó con la participación de Tereso Domínguez, estudiante con discapacidad visual de la Facultad de Derecho, quien compartió su experiencia como alumno y cómo ha podido llevar a cabo sus estudios a pesar de su discapacidad.
Además, en el taller se realizó un interesante debate sobre los mitos y realidades de la discapacidad, así como el modo de enseñar en la antigüedad y la actualidad, con lo cual se buscó crear herramientas de estudio para mejorar el desempeño del alumnado.
En su intervención, Alicia López dijo que “los profesores tienen la responsabilidad de que el alumno con discapacidad se desarrolle en óptimas condiciones educativas”; además, aseguró, “esto puede ser tomado como modelo para que otras universidades se sensibilicen a la discapacidad de algunos estudiantes”.
Este evento se enmarcó en el Proyecto Internacional MUSE que tiene como objetivo asegurar y garantizar la calidad en la educación para estudiantes con discapacidad. Para ello cuenta con cuatro grandes ejes de trabajo: la educación inclusiva de calidad, el compromiso social e inclusión, la innovación tecnológica inclusiva, y el gobierno y gestión universitaria inclusiva.
Finalmente, los profesores coincidieron en que es una excelente acción para trabajar en favor de los estudiantes con discapacidad; “antes no se tenía la posibilidad de trascender a la educación inclusiva y se daba una cátedra tradicional; no se contaba con talleres ni con herramientas de estudio para personas con discapacidad, y ahora comienza a ser un proceso de aprendizaje bilateral más pleno de maestro-alumno y alumno-maestro”.
De igual modo, esta actividad pertenece al Programa Institucional de Calidad de Vida y responde a la filosofía de una Educación con Responsabilidad Social.
