Sin refuerzos solicitados de última hora, este jueves la selección mexicana de Juan Carlos Osorio enfrentará a un eterno rival de la zona como Honduras en la etapa de cuartos de final de la Copa Oro 2017.
El Estadio de la Universidad de Phoenix será el escenario en donde el cuadro mexicano tiene la certeza de salir airoso en un terreno, en el que la afición será determinante para las aspiraciones de seguir a la semifinal de la competición.
Osorio, sancionado seis juegos, no estará en el banquillo tricolor y deberá mantener un equilibrio en su once inicial a pesar de las críticas por las rotaciones que lo han caracterizado desde que asumió el mando de la representación nacional.
La selección mexicana ha enfrentado en 37 ocasiones a los hondureños con resultado de 21 victorias, nueve empates y seis derrotas, pero este jueves los catrachos pueden sumar una victoria.
Ambas representaciones se volverán a enfrentar luego del juego eliminatorio de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol (CONCACAF) en camino a la Copa del Mundo de Rusia 2018, el 8 de junio pasado en el Estadio Azteca, en donde el cuadro local ganó 3-0, pero con un conjunto plagado de los jugadores que militan en Europa.
Sin embargo, en esta ocasión no estarán en la cancha jugadores como Guillermo Ochoa, Javier Hernández, Miguel Layún o Carlos Vela, quienes han dado fuerza al “Tri” en esta etapa del colombiano Osorio y eso puede ser un factor de peso que bien podrá aprovechar el cuadro hondureño.
Aunque los que juegan en la Copa Oro 2017 como Erick Torres, Ángel Sepúlveda, Elías Hernández o Rodolfo Pizarro, deben mostrar su garra y desde luego buen futbol para contrarrestar las acciones del equipo de Jorge Pinto.
Pinto y su cuadro se vieron beneficiados en este torneo por el castigo que sufrió Guayana Francesa por la alineación indebida de Florent Malouda y que originó la pérdida de tres puntos que pasaron a Honduras.
Por eso ahora en su juego de cuartos de final, deben ganar a México que no tiene una base sólida y podría ser el sinodal para estar en la antesala de la final.