*El carrillón es un instrumento conformado por una serie de campanas que se pueden tañer de forma mecánica a través de bastones manipulados por una persona.
En el marco de las actividades por su 65 aniversario y en colaboración con la Universidad de Colima, el Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Colima realizó esta semana, en el Museo Regional de Historia de Colima, la conferencia y concierto “El campanero de Utrecht, Jacob van Eyck y su música”, a cargo del etnomusicólogo del Museo Universitario de Artes Populares de la UdeC, Abraham Elías.
Abraham Elías dijo que J. van Eyck fue un virtuoso flautista y carrillonero nacido en 1590 en el pueblo de Heusden, Holanda. Sus padres provenían de dos distinguidas familias de esa región, por lo que nació con el título noble de Jonkheer (Hidalgo): “A partir de 1625 y durante 25 años, ocupó el cargo de director de los carrillones y campanarios de la ciudad de Utrecht”, explicó.
Comentó que se atribuye a la figura de J. Van Eyck la invención del carrillón, un instrumento conformado por una serie de campanas que se pueden tañer de forma mecánica a través de bastones manipulados por una persona: “En esa época las campanas no estaban afinadas de una manera precisa y mucho menos dispuestas en una escala musical para tocar melodías, por lo que a van Eyck le interesaba organizarlas para que pudiesen sonar de una manera armónica, semejante a otros instrumentos de teclado como el órgano o el clavecín”, explicó Abraham Elías.
Dijo que expertos en campanología concuerdan que Jacob van Eyck fue el primero en discernir el secreto de la afinación de las campanas, al describir las parciales o tonos fundamentales que tiene estos instrumentos: “Su reconocimiento era tal que poetas de su época le dedicaron versos, llamándolo el Orfeo de la ciudad de Utrecht”.
Señaló que entre los aportes importantes del músico holandés Jacob van Eyck se encuentra su “Colección para flauta dulce”, un documento inédito para el siglo XVII, época en que realizó su producción el también conocido como Campanero de Utrecht: “Se considera una de las obras más grandes dedicadas a un sólo instrumento en la historia de Europa”.
Agregó que van Eyck retomaba temas de la música popular europea del siglo XVII, realizando arreglos y variaciones, de tal manera que cada pieza tenía entre cinco o siete modos diferentes de ser interpretadas durante una improvisación: “Según la cantidad de variaciones de una canción, cada una era más compleja y virtuosa que la anterior”.
A causa de su ceguera, van Eyck contaba con el apoyo de un copista que le ayudó a transcribir todas sus variaciones y, a pesar de tener algunos errores en la trascripción, este material se ha preservado hasta nuestros días: “En este contexto, planteo la hipótesis de que un siglo y medio antes de nacer la forma musical de tema con variaciones, llevada a la cumbre por grandes como Mozart o Joseph Haydn y los compositores vieneses, Jacob van Eyck traza los primeros planos para su desarrollo”.
Como parte final de la velada, y acompañado por un ensamble de flautas conformado por Balam Elías Correa, Jade Elías Correa y Dorit Siewert, Abraham Elías interpretó piezas del carrillonero y flautista holandés como “Liliburlero”, “Argeers”, “Shall I come”, “Sweet love, ¿to thee? y “Since first I saw your face”, entre otras.