El mundo pide a gritos saber todo de ti y a nadie parece importarle que lo privado poco a poco se transforme en dominio público. La privacidad parece ser parte del pasado, y mantener cosas para una es una conducta que ahora casi es rara.
El espacio personal de introspección ha quedado reducido a pensamientos banales, que no tienen ninguna trascendencia, pues no se han compartido con nadie, en cambio, todo lo demás es ventilado y revelado.
No obstante, existen sentimientos, virtudes y expectativas que son mejores mientras menos las compartes. Se trata de aquellas partes de ti que pocos entenderían, pensamientos que sólo a ti te pertenecen o momentos cotidianos que esperas con ansia después de un gris día para sacarte una sonrisa.
¿Cuáles son las cosas que debes mantener en secreto para disfrutar de la vida? Aquí seis grandes sugerencias:
Tus manías
Esas cosas que te hacen absurdamente feliz: salir a caminar en una tarde de otoño, recorrer el centro de la ciudad sin rumbo, pasar horas en una librería de segunda mano, cocinar algo delicioso en ropa interior o mirar una y otra vez esa película tan mala que te encanta.
Tus peores errores
Los tropiezos sirven para aprender y levantarse. Cuanto más caigas, más oportunidades tendrás de ser una mejor persona y sobre todo, de encontrar la felicidad. Nunca olvides tus fracasos: en vez de eso, aprende a lidiar con ellos y superarlos haciéndolos parte del pasado. No tienes porqué cargar con ellos el resto de tu vida, pero sí mantenerlos presentes para evitar cometerlos de nuevo.
Planes a futuro
Es fundamental que tengas una visión a largo plazo de lo que deseas y cómo te esforzarás para conseguirlo. No obstante, no tienes porqué contar a todo el mundo sobre tus objetivos y la vía que tomarás para alcanzarlos. Evita festejar antes de alcanzar cualquier triunfo y sobre todo, mantén tu mente en el aquí y ahora. Un paso a la vez.
El porqué de tus decisiones
Nada es más complicado que aprender a tomar decisiones. Sin importar su naturaleza, al final todas las cuestiones laborales, personales, familiares o de pareja tienen una profunda carga personal que sólo dependerá de ti. Aprende a escuchar lo que tu voluntad tiene qué decir y sobre todo, evita menospreciar tus intereses frente a los del resto del mundo.
Tus más grandes miedos
Es obligatorio enfrentar tus más grandes miedos a cada instante, pero nunca confiárselos al resto del mundo. Acabar con inseguridades y otros problemas personales no es sencillo y mucho menos lo será si alguien intenta aprovecharse de ellos para evitar que cumplas tus objetivos.
Tus finanzas
El número de ceros de tu cuenta de banco es una frivolidad que de nada te servirá presumir (o lamentar) a lo largo de tu vida. Evita mostrar tu riqueza y mucho menos, compadecerte. El dinero es únicamente un camino que guía hacia un sinfín de lugares, pero ten por seguro que ninguno de ellos es la felicidad. Aprende a acceder a ella sin la necesidad de bienes materiales.
Con Información de Betazeta