¿Por qué Android ya no triunfa tanto entre los jóvenes y se van a iPhone?

El móvil ha tenido una repercusión increíble en la vida de todo el mundo los últimos veinte años, han pasado de ser un dispositivo cuyo uso era estrictamente la comunicación a ser un equipo de trabajo, un objeto de ocio e incluso un elemento de estética.

Lo bueno, es que estos dispositivos se han democratizado. Gracias a que haya tantos fabricantes en el mercado, ya no hace falta invertir 700 euros para conseguir un buen terminal que cumpla con todo lo que esperamos de él.

Otra consecuencia de la competitividad del sector es la obligación de mejorar que se imponen los propios competidores entre sí. Sin embargo, Apple es la compañía que mas parte del pastel obtiene cada año, vendiendo quizá menos terminales que Samsung, pero obteniendo un beneficio mucho mayor.

Hace poco te contamos cómo un 76% de los jóvenes estadounidenses usaban un iPhone como móvil personal cada día, y esto hace que pensemos que, si Apple es una marca tan cara ¿por qué triunfa entre los jóvenes?

A pesar de que esto no se da en absolutamente todas las zonas geográficas del mundo, es cierto que muchos jóvenes están abandonando Android en favor de iPhone, a pesar de que –según que casos– los terminales de Apple cuesten bastante más dinero. Y no sólo hablamos de personas con móviles Android de gama media o baja, ya que incluso a personas con smartphones de gama alta, pero, ¿por qué pasa esto realmente?

Moda y diseño

Como hemos dicho antes, el smartphone, cada vez más, es considerado un elemento estético. Cada año que pasa, los fabricantes se esfuerzan más y más en mejorar el diseño de los terminales, no hay más que ver la evolución desde el plasticoso Samsung Galaxy S4 al actual Galaxy S8.

Y en esto, Apple se esfuerza bastante para conseguir un smartphone delgado y cómodo a la mano. Es cierto que sus marcos son enormes, pero esto le otorga una simetría que muchos consideran muy bonita. Personalmente, me parece que Apple debería trabajar sobre el porcentaje de frontal que ocupa la pantalla, pero no me cabe duda de que es algo que veremos en el próximo iPhone.

El cuerpo de los iPhone está hecho de aluminio, su lector de huellas está en una buena posición –al contrario que el del Galaxy S8– y sus botones son de muy buena calidad. Además cuenta con el interruptor para cambiar a modo silencio. Algo que estamos deseando ver en más móviles Android, aparte de en los OnePlus.

Servicio post-venta

Si hay algo que caracteriza a Apple es su servicio post-venta. Y, aunque este esté algo mitificado, todos conocemos a alguien que ha acudido a una Apple Store y ha cambiado su iPhone al momento debido a una rotura o un defecto.

Esto es importante para mucha gente, ya que un terminal así supone un gran desembolso de dinero, y tener la seguridad de que vas a poder acudir a la tienda –aunque te toque pagar– para poder arreglar tu smartphone, es algo a considerar.

Esta buena práctica está siendo implementada también por algunos fabricantes de móviles Androidcomo BQ, pero, personalmente, pienso que es algo que absolutamente todos deberían empezar a hacer.

Actualizaciones

Sí, este es quizá el punto en el que Apple puede sacar más pecho respecto a Android. Cuando compras un iPhone, sabes que también estás comprando, como mínimo, dos años de software adaptado a tu terminal. Fin de la historia, nada de ROMs personalizadas, nada de cambiar el kernel y nada de recurrir a CyanogenMod –ahora LineageOS– para arañar una nueva versión de Android.

Y quizá, lo mejor de este apartado es que, en el momento en el que Apple presenta una nueva versión de iOS, puedes actualizar cualquier iPhone –siempre que aún pueda–. En Android, sin embargo, puede que pasen unos meses desde que Android tenga una nueva versión hasta que esta llegue a tu smartphone, si es que alguna vez llega. Aunque es cierto que las actualizaciones no son algo en lo que todo el mundo se fije.

La creencia de que Android es peor porque tu móvil de 150 euros no rinde igual que un iPhone 7 Plus

Esta, sin duda la razón más recurrente por la que los jóvenes –y bastantes adultos– se acaban pasando a iPhone. Si quieres comparar un móvil Android con un iPhone, compara un iPhone 7 plus con un Huawei P10, con un LG G6 o con un OnePlus 3T.

No esperes comprar un Samsung de 150 euros y que este tenga una cámara, rinda y esté igual de bien diseñado que un iPhone de última generación.

Algo que también he visto en varias personas es el discurso de que los iPhone son mejores dispositivos que los Android, basándose en comparar un iPhone medianamente actual con un Samsung Galaxy SII que tuvieron años atrás, sin tener en cuenta la notable curva de crecimiento que ha habido en Android, tanto en el diseño, como en la potencia y en la optimización.

Y así no se puede comparar, lo primero, porque no son de la misma gama, lo segundo porque no están dirigidos para el mismo público, y lo tercero porque es imposible emitir una opinión global basada en una mala experiencia con un smartphone en concreto, que ni siquiera es comparable con otro.

Intangibles que acompañan a los iPhone

Actualmente, Apple se puede permitir vender sólo móviles de gama alta gracias a ciertos intangiblesque acompañan a sus productos. Uno de ellos es el de que es un producto por el que merece la pena pagar, entre otras cosas, por los motivos citados anteriormente.

Pero además, porque Apple da una sensación de seriedad absoluta con sus móviles. Es decir, todo el potencial de Apple se centra en diseñar y fabricar dos productos al año, y parece ser que esto da una imagen positiva. Aunque es algo a lo que no le veo sentido.

Otro intangible con el que cuentan los iPhone es su software, si comparas su rendimiento con el de un OnePlus 3T, por ejemplo, verás como Android puro da unos resultado más fluidos. Pero, si preguntas a cualquiera, verás como le concede la victoria al terminal de la manzana, por la creencia generalizada de que los iPhone siempre van rápido que los Android en absolutamente cualquier situación.

Sin embargo, parece que el diseño uniforme de los iconos del terminal de Apple, lo intuitivo que es iOS y el ecosistema de productos de Apple que acompañan al iPhone, hacen que, cuando una persona joven piense en comprar un iPhone, crea que va a merecer más la pena que gastarse el mismo dinero –o menos si espera unos meses– en un Galaxy S8, por ejemplo. Incluso a pesar de que este ofrezca un mayor rendimiento.