Advierte Secretaría de Salud riesgos de depresión en niños y adolescentes

 

 

*Irritabilidad y alteraciones en la conducta o deterioro académico, síntomas de este trastorno mental en menores, señala la dependencia en el Día Mundial de la Salud 

 

Los niños y adolescentes presentan síntomas que pueden hacer sospechar de que tienen algún trastorno depresivo, de ahí la necesidad de acudir a consulta médica para revisar si cuentan con diagnósticos de depresión y cuyas señales se presentan como irritabilidad y alteraciones en la conducta y/o deterioro académico, señala la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado, en el marco del Día Mundial de la Salud.

 

Bajo el lema Hablemos de depresión, la dependencia informa que en los centros de salud, que es el primer nivel de atención, se realizan intervenciones a la población que acude a consulta para la prevención y promoción de la salud.

 

Asimismo, se otorga información sobre alimentación, higiene de sueño, estresores sociales y pasatiempos, según lo establece el algoritmo de atención clínica de la depresión.

 

En cuanto a la detección y diagnóstico, destaca que el personal médico involucrado podría sospechar si el paciente tiene algún trastorno depresivo y en caso de no haber sospecha, continuará con la consulta médica; pero si la hay, investiga si el usuario cuenta con diagnósticos de depresión.

 

Dichos diagnósticos son el estado de ánimo depresivo o pérdida del interés o de la capacidad para el placer y al menos cinco o más de los siguientes síntomas: sentirse triste, vacío, con llanto; disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, así como pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso e incremento del apetito casi diario.

 

Otras señales son el insomnio o hipersomnia; agitación o enlentecimiento psicomotores; fatiga o pérdida de energía; sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados; disminución de la capacidad para pensar o concentrarse -la cual se presenta en niños y adolescentes como alteraciones en la conducta y/o deterioro académico- y pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida recurrente o una tentativa de suicidios.