El Coordinador General de Atención a Migrantes Colimenses, Santos García Santiago indicó que hasta el cierre de febrero se tenía el registro de 60 paisanos colimenses deportados de Estados Unidos a los que se suman 90 que salieron de aquel país en enero del presente año.
Puntualizó que esta cifra no representa ninguna diferencia con relación a la cifra del 2016 y de acuerdo al seguimiento diario tampoco se ha disparado la cifra de colimenses que han sido deportados al país, luego de estar trabajando en Estados Unidos.
Estimó que por la cifra se mantendrá sin cambios bruscos en marzo y abril en espera de que se mantenga la cifra de deportados registrada en el 2016 durante todo el año, que ascendió a mil 154 colimenses.
“Hasta el día de hoy, en la comparación, la cifra de deportados no se ha incrementado significativamente e incluso ha disminuido, pero no nos podemos fiar porque posiblemente en mayo podría de incrementarse este tipo de problema que generaría esa política en Estados Unidos”, alertó.
Explicó que normalmente este tipo de procesos tardan entre dos y tres meses desde el momento en que son detectados hasta que son remitidos a una estación migratoria y podría darse un disparo en la cifra de deportados en abril, mayo o junio.
Afirmó que la Dirección de Atención a Migrantes tendrá una reunión, la próxima semana con autoridades del Instituto nacional de Migración para estrechar la colaboración y la coordinación para la eventual deportación masiva de migrantes.
El funcionario estatal comentó que la política migratoria nueva establece que todos aquellos que ingresen ilegalmente a Estados Unidos acompañados de sus hijos, los menores quedarán bajo resguardo del Gobierno de Estados Unidos y a los padres lo van a deportar, situación que plantea una grave problemática social, pero que hasta el momento no se ha modificado.
Afirmó que en Colima no es tan elevado el número de paisanos que trabajan ilegalmente en Estados Unidos, en comparación con los connacionales originarios de otras entidades que podrían tener hasta un millón de indocumentados que podrían en un momento dado ser deportados masivamente hacia México.
Resaltó que la presencia de JIPS con los migrantes colimenses en Estados Unidos sirvió para llevarle a estos compatriotas un mensaje de aliento, solidaridad y apoyo en el sentido de que el gobierno estatal estaría muy atento a cualquier situación que pudiera afectar sus derechos humanos, su situación migratoria y su eventual regreso a la entidad, además de que puso a su disposición los servicios de la Casa Colima que además amplio su horario de atención.
Santos García recordó el número de teléfono de la Oficina de Atención a Migrantes 3303014 en horas hábiles y su número de celular para reportar una urgencia que se presente durante su traslado a México o en su estancia en una Estación Migratoria 312 9437198.