Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, uno de los mayores jefes del narcotráfico de la historia, está bien de salud y hasta aprende inglés en su prisión de Nueva York, aseguró el gobierno estadunidense.
En un documento de 40 páginas presentado a la corte en la noche del martes, la fiscalía federal de Brooklyn insiste en que es necesario mantener las estrictas condiciones de detención de El Chapo, conocido por su sanguinario liderazgo del cartel de Sinaloa y dos espectaculares escapadas de prisiones mexicanas.
Acusado de haber dirigido uno de los mayores imperios de droga de América, El Chapo fue extraditado a Estados Unidos el 19 de enero.
Se ha declarado no culpable de los 17 cargos de los cuales le acusa la justicia estadounidense. Solo el primero de ellos, dirigir el Cártel de Sinaloa, puede implicar la cadena perpetua. Su juicio aún no tiene fecha de comienzo.
Los abogados de oficio de El Chapo habían reclamado el 13 de marzo una mejora en sus estrictas condiciones de detención. Aseguraron que sufre alucinaciones auditivas y su salud empeora debido a su casi total aislamiento.
“Aunque el acusado se queja de sus condiciones de detención, una de sus abogadas mexicanas, Silvia Delgado, dijo a la prensa que el tratamiento del acusado en Estados Unidos ha sido mucho mejor que en México, al punto que la salud del acusado está mejorando”, indicó la fiscalía.
Y sobre sus quejas de alucinaciones auditivas, una visita del sicológo de la cárcel reveló que “el acusado había estado oyendo simplemente sonidos de una radio que un integrante del staff” encendió en su celda, afirmó.
La fiscalía niega asimismo que El Chapo esté en casi total aislamiento porque 30 personas han sido autorizadas a visitarlo y tiene en promedio 21 horas de reuniones semanales con sus abogados y asistentes legales.
Asistentes legales de sus abogados lo visitan generalmente entre las cinco de la tarde y las ocho de la noche y “durante esas reuniones, los asistentes parecen estar enseñando inglés al acusado, así como leyéndole en español. Guardias del Centro Correccional de Manhattan también observaron a los asistentes leyendo diarios al acusado”, según la fiscalía.
El gobierno insiste en que su esposa Emma Coronel, de 27 años, no debe visitarlo ni hablar con él por teléfono y que si El Chapo quiere contratar abogados privados y saber si tiene fondos para pagarlos, debe escribir a sus familiares y esas comunicaciones deben ser vigiladas por las autoridades.