*El concurso fue convocado por El Instituto de Neuroetología UV en el marco del Octavo Simposio Internacional de Neuroetología.
En días pasados, Luis Natanael Ríos Bricio, estudiante del quinto semestre de la licenciatura en Biología de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima, campus Tecomán, ganó el primer lugar en el concurso de dibujo “Neuroetología, redes e interacciones ecológicas”, organizado por El Instituto de Neuroetología UV en el marco del Octavo Simposio Internacional de Neuroetología In memoriam, Dr. Víctor Rico Gray.
En entrevista, el estudiante explicó que el dibujo con que participó tiene por nombre “La omnipresencia de una red vital”, y en él hace referencia a la relación entre la Neuroetología y las interacciones ecológicas; “decidí ilustrar distintas situaciones que ocurren en la naturaleza y trato de explicar cómo una interacción ecológica puede desencadenar un comportamiento en una especie (a nivel neuronal) o viceversa”.
La ilustración de la golondrina, añadió, “hablo de cómo estas aves son capaces de detectar cambios en el ambiente que no la favorecen (bajas temperaturas, falta de alimento), y de migrar luego a lugares con condiciones más favorables. En la ilustración del lobo, muestro cómo estos animales, al detectar una presa, se agrupan en manada y proceden a realizar una cacería en equipo. El lobo sabe de manera natural que tiene un mayor éxito para conseguir alimento cazando en manada. Por último, en la ilustración del colibrí (y cualquier otro polinizador), describo cómo éste se siente atraído a las flores para obtener su alimento, en una interacción de la cual somos beneficiados con la polinización. Todos estos comportamientos poseen una base neural, que bajo ciertas condiciones en el ambiente se activa”.
Ríos Bricio dijo que siempre ha sido apasionado del dibujo y la pintura, por lo que el hecho de participar en este evento le ha dejado la certidumbre de que “cuando uno le pone pasión a lo que le gusta, se esfuerza y le dedica tiempo, siempre hay una recompensa. Decidí realizar esta obra porque es algo que me gusta hacer y además tenía la oportunidad de demostrar que el arte y la ciencia no son incompatibles. Cuando integramos ambas podemos obtener resultados asombrosos, pero sobre todo digeribles para el espectador”.
Por último, invitó a los estudiantes a participar en cualquier evento en el que tengan oportunidad; “para llegar a cualquier lugar que tengamos pensado debemos vencer la única cosa que nos frena: nuestro miedo; el miedo a buscar, a preguntar, a intentarlo. Debemos aprender a ver las cosas como un aprendizaje y no como una derrota, así que los invito hoy a arriesgarse por aquello que desean y creerse completamente capaces de lograrlo”.