¿QUE PASA CON EL H. CUERPO DE BOMBEROS?
A últimas fechas, los bomberos voluntarios de Colima se han alebrestado, al grado que ya han exigido cambio de autoridades del patronato, sin embargo, hay quien dice que no habrá cambios por obvias razones, al menos en lo que queda del presente sexenio.
Qué decir del patronato de Villa de Álvarez, que ni siquiera se sabe que sucede con los miembros del mismo, al grado de que prácticamente está abandonada la estación de bomberos de aquel lugar y si bien hay dos o tres camiones en la misma, miembros del H. Cuerpo de Bomberos han manifestado que ninguno está en condiciones de salir a prestar servicio, es decir, todos están descompuestos.
Gratos recuerdos aquellos del Gobierno Griseldista, pues la maestra Griselda Álvarez Ponce de León, apoyó para la continuidad de ese heroico cuerpo e incluso ofreció al comandante en esos tiempos Melchor Urzúa Quiroz, que los integrantes de dicha agrupación tuviesen un sueldo, lo cual fue rechazado, aduciendo que era más loable la labor si se era voluntario.
Fue precisamente en los años de 1952, cuando Octavio Urzúa Quiroz era el comandante y 15 de los trabajadores de la Vulcanizadora Urzúa eran quienes formaban el cuerpo de combate (bomberos), por lo que fue a través de la iniciativa privada como surge el apoyo para emergencias en Colima.
Los bomberos han recibido apoyo económico tano por el gobierno estatal y los municipios, así como por la legislatura, al grado que se construyeron tres estaciones de bomberos en la capital del Estado y si bien inicialmente se apoyó a la zona conurbada de Villa de Álvarez, éste municipio logró conformar su propio cuerpo de bomberos que prestó eficientes servicios, si, así como se escucha, prestó, porque como lo dijimos con anterioridad, pues hoy el cuartel de Bomberos de Villa de Álvarez es un elefante blanco, salvo por los integrantes de la de la guardia de los miércoles, que son constantes y que a pesar de no contar con los vehículos de dicho cuerpo, cualquier servicio se presta con vehículos propios y a través de una Asociación Civil denominada URIE ( Unidad de Respuesta Inmediata a Emergencias, Asociación que tiene el beneplácito del Alcalde Felipe Cruz Calvario, precisamente por el apoyo que se brinda por parte de los integrantes de URIE a la población Villalvarense en coordinación con Protección Civil Municipal.
En la actualidad, no tan solo Villa de Álvarez sufre los estragos de la falta de bomberos, pues Colima ya cerró dos estaciones, la sur y la oriental, pues se quejan de la falta de apoyo económico por parte de las autoridades en especial de las municipales, pues según el propio Melchor Urzúa y el progenitor del actual gobernador, quien por cierto es el presidente del patronato de bomberos de Colima, el Gobierno del Estado les hace entrega cada mes un poco más de 60 mil pesos y la Universidad de Colima$ 10 mil pesos y el municipio capitalino un poco menos de $ diez mil pesos, logrando captar un promedio de noventa y cinco mil pesos, en tanto que las erogaciones son superiores a los 120 mil pesos, lo que ha redundado en no poder arreglar los vehículos, pues de un parque vehicular de 33 unidades, tan solo 11 están en servicio y las mismas tienen las llantas lisas, por lo que pueden causar un accidente y perjudicar a los propios bomberos que los tripulan o a la sociedad, por ello se pudiera llegar al grado de no prestar más servicios o acotarlos.
Según nos pudimos enterar, los comerciantes al momento de solicitar una licencia para operar o la renovación de la misma, paga una cuota de siniestralidad al ayuntamiento, mas éste no la entera al patronato, lo que hace que disminuyan los ingresos y a pesar de que existe un decreto emitido por los legisladores, los munícipes han constituido organizaciones civiles de protección civil, con elementos voluntarios y a ellos es a quienes entregan esa cuota de siniestralidad, a pesar de que ninguno de esos organismos está registrado en Protección Civil estatal, por lo que todo indica que quienes están desviando los recursos son los presidentes municipales.
Es menester que los legisladores al revisar las cuentas públicas, hurguen en los informes si la cuota de siniestralidad se está aplicando en forma correcta, pero además, también deberían exigir cuentas a los patronatos de Bomberos de todos los municipios en los que existen estos heroicos cuerpos, pues se trata de dinero público y su manejo debe ser transparente y de esa manera trabajen eficientemente esas organizaciones en ben de la población, pero además, se tiene que renovar constantemente los patronatos a fin de no haya malas interpretaciones.
Existe un ex miembro del patronato de Bomberos de Villa de Álvarez, que asegura que el patronato debe estar recibiendo la renta del kiosko que se encuentra al lado de la estación de bomberos, pues se hizo un convenio con los propietarios de dicha negociación, para la construcción de dicha estación y una vez terminada de liquidar la inversión, se les pagaría una renta mensual, lo cual coadyuvaría cuando menos para la gasolina o diésel de los vehículos y con la cuota de siniestralidad darle mantenimiento a las unidades.
Mientras los diputados se animan a realizar su trabajo, el pueblo se organiza y da respuesta a sus necesidades sin requerir dinero público. ¿Hasta cuando se tendrán legisladores y autoridades que cumplan las obligaciones que les impone la ley y los reglamentos? Hasta la próxima.