*En México, aproximadamente el 80% de los embarazos en adolescentes son forzados y consecuencia de la violencia de género.
Hace unos días, personal de la Universidad de Colima participó en el Taller Estatal para la Planeación de la Estrategia Colimense para la prevención del Embarazo en la Adolescencia, realizado en el Centro de Convenciones del Gobierno del estado, derivado del cual, y por iniciativa esta institución educativa, se integró el Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (GEPEA).
El taller, organizado por el Instituto Colimense de las Mujeres, tuvo como objetivo repasar las múltiples dimensiones que presenta el problema del embarazo en adolescentes y cómo enfrentarlo en el estado y a nivel país. Las y los participantes coincidieron en señalar que, para ayudar a prevenir que una niña o un adolescente se embarace, es importante enfocar el tema desde los derechos humanos, lo que brindaría una ventana para acceder a muchos otros derechos, como el derecho a la salud, a continuar estudiando y tener mejores oportunidades laborales, principalmente.
Se propusieron dos metas a cumplir para el 2030: Eliminar el embarazo en niñas de 10 a 14 años y disminuir a la mitad la tasa de fecundidad en adolescentes de 14 a 15 años.
Con el propósito de lograr estas metas, desarrollarán un plan de trabajo con las instituciones involucradas a nivel estatal para generar las futuras estrategias a seguir. En el caso de la UdeC, una institución con gran población en edad adolescente, se planteó la tarea de realizar intervenciones en materia de educación inclusiva integral y flexible, y también en materia de educación integral en sexualidad progresiva e inclusiva.
El embarazo en adolescentes -se dijo durante el taller- es un fenómeno que ha cobrado importancia en los últimos años debido a que México ocupa el primer lugar en el tema, ya que aproximadamente el 80% de estos embarazos son forzados y consecuencia de la violencia de género.
El embarazo en las y los adolescentes, dicen los expertos, afecta negativamente la salud, la continuidad de los estudios, los ingresos económicos presentes y futuros, el acceso a oportunidades recreativas, sociales y laborales especializadas y de calidad y el desarrollo humano. Además del embarazo, destacaron, tener relaciones sexuales sin protección implica un riesgo permanente de adquirir una infección de transmisión sexual.
Por tal motivo, convocados por a la Universidad de Colima, se integró el Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (GEPEA), para realizar acciones que ayuden a cumplir las metas y objetivos propuestos a nivel nacional.