El hielo marino en el Ártico continúa experimentando niveles mínimos de hielo de invierno, y el hielo más grueso y antiguo se vuelve extremadamente raro. Tratando de frenar el proceso catastrófico, un equipo de científicos ha desarrollado una nueva idea radical de recongelar la zona.
Así, un equipo liderado por Steven Desch de la Universidad Estatal de Arizona, EE.UU., propone montar millones de bombas eólicas en todo el Ártico para rociar el agua de mar sobre la capa de hielo, informa la revista de la Unión Geofísica Americana ‘Earth’s Future’. El agua rociada, por su parte, se congelaría y así espesaría la capa de hielo.
Los científicos aseguran que, con suficientes bombas, su esquema podría agregar un metro de hielo durante el transcurso de un invierno, teniendo en cuenta que actualmente la mitad del hielo marino del Ártico tiene un espesor medio anual de solo 1,5 metros. “Añadir un metro de hielo en el transcurso de un invierno es un cambio significativo”, señalan los investigadores.
La propuesta de su equipo es la más reciente en el campo de lo que hoy en día se conoce como ‘geoingeniería’: manipular deliberadamente el medioambiente a gran escala para afectar el clima de la Tierra y reducir el calentamiento global.
La mayoría de estas propuestas se centran actualmente en dos temas particulares. La primera es esparcir una fina capa de partículas de sulfato en la estratosfera para reflejar parte de la luz solar que golpea a la Tierra. Y la otra opción se conoce como ‘bioenergía’ y requiere capturar y almacenar el carbono, derivando la energía de los biocombustibles, captando el CO2 emitido durante su combustión y enterrándolo bajo tierra.
No son las únicas ideas para salvar la Tierra, afirman los científicos, algunas de ellas son extravagantes y muy controvertidas: desde la creación de árboles artificiales hasta la construcción de una sombrilla solar gigante.