*“Hay que sacar lo bueno que tenemos, nuestras capacidades, seguir adelante pensado que el conocimiento que adquiramos en este momento se va quedar para siempre con nosotros y que la pandemia va pasar, que el confinamiento se va a terminar”, añadió.
En entrevista, Martha Alicia Magaña Echeverría, coordinadora general de Docencia de la Universidad de Colima, comentó que aunque la situación que se vive es difícil, sería importante para las y los estudiantes seguir esforzándose por adaptarse a las circunstancias que ha generado la pandemia y trazar de esa manera un futuro mejor.
Espera que lo que estamos viviendo “sea una lección de vida que nos fortalezca; hay que sacar lo bueno que tenemos, nuestras capacidades, seguir adelante pensado que el conocimiento que adquiramos en este momento se va quedar para siempre con nosotros y que la pandemia va pasar, que el confinamiento se va a terminar”.
Desafortunadamente, dijo, la pandemia se ha prolongado más allá del tiempo que todos hubiéramos deseado; “sin embargo, si algún joven abandona sus estudios por algún tipo de inconformidad, por la educación que se está teniendo a distancia, y no se llega a adaptar del todo, lo que estaría haciendo es truncar su proyecto de vida. Pido a los padres animar a sus hijos a continuar, porque la adversidad debe fortalecernos, no debe truncar nuestros proyectos”.
Recordó que, debido a la pandemia, hace un año la Universidad dejó de tener actividades presenciales. Ante eso, y para evitar pérdidas en el proceso formativo de los estudiantes, la Casa de Estudios implementó el Programa de Continuidad Académica; los profesores se capacitaron para impartir clases en línea, se modificaron los contenidos de los programas educativos para que fueran adecuados a la enseñanza en línea, se tuvo que tener una disponibilidad en términos de la conectividad, de manera acelerada y, “sobre todo, tuvimos que prepararnos para esta nueva forma de administrar el proceso educativo”.
Los docentes, agregó, tuvieron que modificar las herramientas con que apoyan sus procesos de enseñanza-aprendizaje “y se pusieron de acuerdo para trabajar manera asincrónica; es decir, que no todos estuvieran conectados al mismo tiempo para el trabajo educativo, pues se pensó en las familias que sólo disponen de uno o dos equipos de cómputo y tienen varios integrantes con necesidades de disponer de ellos”.
Destacó que durante este tiempo de clases a distancia, “los estudiantes han realizado un gran esfuerzo para acostumbrarse a esta nueva modalidad de aprendizaje, ya que no es lo mismo trabajar desde el hogar, donde pierden la posibilidad de socializar como normalmente se hace en un aula. Eso ha implicado que los profesores y asesores tengan que voltear a ver necesidades especiales de acompañamiento al atender a los estudiantes, incluso en horarios diferentes. El resultado de este gran esfuerzo es que ahora, en el reingreso a clases, se tiene el 98% de los alumnos inscritos y los cursos corriendo con normalidad”.
Finalmente, dijo en la entrevista que concedió a Universo 94.9, esta forma de trabajar también ha permitido identificar que es posible aportar a la sociedad un poco más de lo que se venía haciendo. Además, concluyó, “esta forma de trabajo llegó para quedarse definitivamente, no es algo transitorio”.