El líder del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, advirtió que el grupo “no busca una confrontación” con Israel, y alertó al país vecino que el inicio de un conflicto sería “desastroso” y podría desembocar en una “guerra total”.
“No buscamos una confrontación, si bien no olvidamos la sangre de nuestros mártires”, dijo, antes de subrayar que “si tiene lugar una confrontación, Hezbolá participará en ella. Si nos imponen una guerra, la combatiremos”.
Añadió: “Digo claramente que, si golpean nuestras ciudades, golpearemos sus ciudades. Si golpean nuestras aldeas, golpearemos sus asentamientos”. Y advirtió: “incluso contra el juego de ‘unos días de combates'”.
Eso, recalcó, “sería un juego desastroso para los israelíes”, ya que “nadie puede garantizar que ese juego no descienda a una guerra a gran escala. Si estalla una guerra (…) el frente interno de la entidad enemiga presenciará sucesos que no ha visto desde su surgimiento en 1948”.
“Basta de jugar con fuego, que el enemigo conozca sus límites. La era en la que solía lanzar amenazas y la gente se inclinaba ante ellos y guardaba silencio ha terminado”, resaltó, según información del portal libanés de noticias Naharnet.
Las palabras de Nasralá llegaron después de que el Ejército israelí llevó a cabo maniobras militares en las que simuló durante tres días una respuesta a un ataque por parte de Hezbolá.
Por otra parte, el líder de Hezbolá expresó su apoyo al presidente del país, Michel Aoun, en la disputa en torno al estancamiento del proceso de formación de Gobierno, y criticó al primer ministro, Saad Hariri, por su última propuesta para resolver la crisis.
“No creo que nadie quiera que el Gobierno no se forme. Va en interés de todos que esto pase y es inaceptable esperar a las potencias extranjeras”, manifestó, antes de recalcar que “hacer responsable sólo al presidente (de la situación) es injusto”.
Asimismo, manifestó que “entiende” la postura de Hariri sobre su negativa a que un bloque político cuente con un tercio de los puestos, lo que daría derecho a veto, si bien dijo “no entender su insistencia en el Ministerio del interior y en que haya 18 ministros” en el Ejecutivo.
Nasralá subrayó además que, si bien no está mal buscar ayuda internacional, una internacionalización total del proceso “no resolverá los problemas, sino que los agravará”, en medio de una nueva crisis política en el país asiático.
Aoun y Hariri intercambiaron el lunes nuevas acusaciones sobre la parálisis en el proceso, días después del que fue su primer encuentro para abordar la situación en más de dos meses.
Hariri, líder del partido Al Mustaqbal, fue designado para la tarea en octubre, cerca de un año después de dimitir del cargo en medio de otra oleada de movilizaciones populares contra su Ejecutivo, a causa de la mala situación económica del país, empeorada por la pandemia y las explosiones del 4 de agosto de 2020 en el puerto de Beirut.
La designación, recibida con malestar por la población, llegó ante la falta de acuerdo sobre otro candidato a raíz de la dimisión del entonces primer ministro, Hasán Diab, quien se encuentra en funciones hasta la formación del nuevo Ejecutivo, tras las explosiones que dejaron más de 200 muertos y miles de heridos.
CON INFORMACIÓN DE PROCESO