Los festejos charrotaurinos de Villa de Álvarez han presentado corridas de toros, jaripeos, palenques y cabalgatas desde 1857, sin embargo en este ocasión sólo se realizará el juramento a San Felipe de Jesús así como una misa en su honor en La Petatera, a puerta cerrada y transmitida por internet.
El ayuntamiento de Villa de Álvarez es heredero del antiguo San Francisco Almoloyan, que tenía como pilar un convento franciscano fundado en 1554 y cuyas ruinas aún se conservan. El lugar fue un pueblo de indios hasta mediados del siglo XVIII, explicó la historiadora María Irma López Razgado, del Centro INAH Colima.
Devoción a San Felipe de Jesús
Un fuerte temblor ocurrido a finales de mayo de 1818 marcó la “historia inmediata” de Villa de Álvarez, pues los estragos que provocó en el Templo de San Francisco Almoloyan condujo a la edificación de una nueva parroquia en el conocido barrio de Los Martínez, donde se trasladó buena parte de la población.
Tan sólo seis años después, el lugar sería elevado a la categoría de villa y en 1860 se le agregaría el apellido del primer gobernador de Colima, Manuel Álvarez.
En 1857 los villalvarenses empezaron a organizar las fiestas charrotaurinas en honor del patrono contra los temblores, Felipe de Jesús, cuyo santoral es el 5 de febrero.
Para estas celebraciones, los habitantes de Villa de Álvarez crearon una original plaza de toros, “La Petatera”, que es el símbolo de los festejos, a tal grado que fue declarada patrimonio cultural.
Silverio Pérez El Faraón de Texcoco, Luis Procuna y Fermín Rivera salieron al ruedo de La Petatera, al igual que se presentaron actores cómicos como Mario Moreno Cantinflas y Manuel Medel. Pero en las fotografías también se observa la participación de personajes locales: charros, chinas poblanas, bandas de viento y payasitos.
San Felipe de Jesús
San Felipe de Jesús fue el primer santo de México. Es patrono de la Ciudad de México y de su Arzobispado: la Arquidiócesis Primada de México, así como de los jóvenes y de los plateros.
San Felipe nunca fue sacerdote, jamás consagró el pan y nunca predicó en Japón donde encontró el martirio, pues ni siquiera hablaba el idioma. Un naufragio llevó su embarcación a Japón donde fue crucificado y traspasado por dos lanzas, además, rechazó la ayuda diplomática del gobierno español que pretendía salvar su vida. Felipe de Jesús decidió morir junto con otros religiosos de su orden para demostrar su amor a Cristo y el valor de su fe.
Con información de https://desdelafe.mx/noticias/sabias-que/5-de-febrero-celebramos-a-san-felipe-de-jesus-primer-martir-mexicano/?fbclid=IwAR3Br940TudVRQZmrLWKkFpBOHFNnCoDZPrsZwYNFq0oLEcQPdxUhbR1xtw y https://inah.gob.mx/boletines/2786-una-exposicion-aborda-el-origen-y-la-identidad-de-villa-de-alvarez-colima