Por Eladio Cárdenas R.
¿HUNDIMIENTO DEL TITANIC?
La clase política colimense anda de arriba para abajo y de abajo para arriba, a semejanza del hundimiento del titánic, pues no encuentran la salida para conformar una verdadera fuerza que de una vez por todas logre el equilibrio gubernamental, pues de manera prioritaria buscan obtener el mayor número de curules en el congreso de la unión y poder frenar el “nuevo plan de gobierno” López- obradorista, que la verdad de nuevo no tiene nada, pues tal parece un regreso a los tiempos hegemónicos de una fuerza política que perduró por más de sesenta años y que por cierto, no encuentra su acomodo en la actualidad, pues precisamente como al mismo Titánic, les llegó el agua hasta el cuello y quien diga que no, basta echar un simple vistazo a la atípica alianza conformada por los más “acérrimos” enemigos, pues el PAN nació precisamente para contrarrestar los embates del PRM que luego se convirtió en PRI y que en la actualidad trata a toda costa de salvar su registro, al grado que tanto PRI como PAN han tenido que sacrificar algunas figuras emblemáticas de dichos institutos políticos.
A pesar del suplicio a que han sido sometidos priistas y panistas renombrados, surgen voces de descontento de parte de militantes de los tres partidos, por lo que pudiese haber fracturas en dicha coalición y desmoronar lo construido, pues hay quienes tan solo buscan llevar agua a su molino en beneficio propio y si no, pues retrocedamos un poco el tiempo y nos daremos cuenta de las patadas bajo la mesa entre priistas, lo que hoy sucede entre perredistas, pues inicialmente el líder estatal del PRD escuchaba hablar de coalición con el PRI y se desgarraba las vestiduras sin embargo, ya concretada la liga, aparece triunfante en las fotos de la prensa, lo cual le ha valido un cúmulo de críticas de parte de algunos de sus correligionarios, por lo que el camino por recorrer de los aliados prian-perredistas estará lleno de abrojos.
Que decir de PVEM y PT, que prácticamente fueron desahuciados por Morena y si bien el Verde ha estado sumando adeptos, no todos son de fiar, pues ya lo adelantábamos en columnas anteriores, Brenda Gutiérrez y Felipe Cruz, han brincado y saltado (como) otros, de partido en partido, pues inicialmente fueron panistas, para luego hacer migas con M.C. y ahora verdes, lo cual nos avisa del camuflaje político de éstos personajes, con lo que se demuestra que lo único que buscan es el poder por el poder, no el servicio a la población, por lo que no se augura nada bueno para quien desea ser el candidato a diputado federal por el primer distrito de Colima, de los aliancistas verde-pt, pues reitero, menos por mas da menos, así que hay que estar alerta, pues Felipe se hecho malas con el gremio del transporte, al solapar a las moto taxis, aún en contra de una resolución del Tribunal de Justicia Administrativa y que decir de Carlos Cesar Farías Ramos, quien según la vox populi, está empecinado en ser alcalde de Colima, lo logrará al haber apoyado abiertamente a las moto taxis, al tiempo.
Los más calmados al menos por el momento son Morena y Nueva Alianza y aunque en los pasillos de las diferentes dependencias se escucha que la mejor posicionada en Indira Vizcaíno, también hay brotes de inconformidad de parte de los maestros, pues ya están muy divididos los mentores, en maestros por México, Redes Sociales Progresistas y Nueva Alianza, y en las redes sociales se ha manejado el descontento porque Morena se coaligó con Nueva Alianza, lo cual demuestra que en donde quiera se cuecen habas.
De los independientes ni que decir, pues no dan una, Colima pues está inmerso en una maraña política indescifrable, pues nadie está contento con los movimientos que han venido ocurriendo y lo que se está logrando es la división de las fuerzas políticas para que a río revuelto se obtenga ganancia de pescadores. En donde están pues los estrategas políticos.
Para finalizar a partir de los últimos días del presente mes se iniciarán los golpes bajos y como consecuencia saldrán los trapitos al sol. De que nos enteraremos, pues hay mucha tela de donde cortar.