Austria abrirá esta medianoche las fronteras con seis de sus ocho países vecinos, incluyendo Alemania pero no Italia, tras dos meses de cierre hermético por la pandemia del coronavirus COVID-19, informó el ministerio del Interior en Viena.
Las autoridades austríacas, que de momento harán controles aleatorios en las fronteras, pretenden facilitar así la libre circulación de bienes y personas, sobre todo empleados que pasan la frontera para llegar a sus puestos de trabajo.
Además de Alemania, se abrirán las fronteras con Suiza, Liechtenstein, República Checa, Eslovaquia y Hungría.
En estas seis fronteras solo se harán de ahora en adelante controles aleatorios de salud de los viajeros.
El objetivo, según el Gobierno de coalición entre conservadores y ecologistas, es abrir por completo sus fronteras con esos países a partir del 15 de junio próximo, siempre y cuando la epidemia lo permita.
Austria, con casi nueve millones de habitantes, es uno de los países europeos más avanzados en el control de la pandemia, con menos de mil enfermos y una tendencia a la baja en las infecciones.
Por eso el Gobierno austríaco dijo el viernes que no ve por el momento ninguna posibilidad de abrir sus fronteras con Italia, uno de los países de la Unión Europea más afectados por el coronavirus.
Eslovenia, otros vecino de Austria, anunció la apertura completa de sus fronteras, aunque Viena todavía están negociando con ese país abrir también su lado de la frontera.
Mientras tanto, el Gobierno de la República Checa mantiene su frontera cerrada para todos los viajeros extranjeros no residentes.
Esa prohibición de entrada para turistas se mantiene a pesar de que esta noche vence el estado de emergencia decretado hace dos meses para luchar contra la pandemia.
Con información de EFE