Entre el 21 y 40% de las personas a las que se les diagnostica diabetes mellitus tipo dos, presentan algún grado de retinopatía diabética, lo que representa una amenaza de pérdida visual en el paciente, informa la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado.
La dependencia estatal resalta la importancia de realizar pruebas de detección en estos pacientes y recomienda que toda persona que vive con diabetes se realice un examen anual de retina bajo dilatación pupilar con el fin de detectar cualquier complicación.
Al respecto, la guía de práctica clínica “Detección de retinopatía diabética en primer nivel de atención” del Sector Salud, refiere que los reportes indican que de los 37 millones de personas ciegas en el mundo, el 5% corresponde a esta complicación diabética.
Asimismo, cuando ya se ha desprendido la retina o se ha fugado mucha sangre al ojo, el tratamiento denominado fotocoagulación ya no es beneficiosa, por lo que la siguiente opción es la vitrectomía, una operación para eliminar el tejido y el líquido turbio dentro del ojo.
Entre las complicaciones de la retinopatía diabética, están la hemorragia en la zona interior del ojo y la proliferación de tejidos fibrosos en la retina, que puede llegar a causar, incluso, el desprendimiento de ésta.
Para la atención de este padecimiento es importante el control de la glucosa, presión sanguínea y grasas en sangre y así retrasar el desarrollo de retinopatía diabética, aun cuando los principales factores de riesgo modificables para esta complicación de la diabetes, son la presión sanguínea y el índice de masa corporal.
Finalmente, la Secretaría de Salud detalla que la evidencia de nuevos ensayos muestra que el control del riesgo cardiovascular en la diabetes reduce también el riesgo para la retinopatía diabética.