• Esta quema formó parte de las actividades de prevención de incendios forestales.
• Fue hecha en 127.30 hectáreas, siendo la quema más grande del país dentro de bosques templados.
Del 16 al 20 de marzo del 2020 se llevó a cabo una quema prescrita en 127.30 hectáreas dentro de la zona de amortiguamiento y zona núcleo de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, en el municipio de Autlán de Navarro, con el objetivo de reducir entre el 50 y el 70% el material combustible liviano, material leñoso caído, mejoramiento de hábitat para fauna silvestre, así como para propiciar condiciones de regeneración natural de especies de pino en esta zona.
Esta actividad fue realizada por personal de la Dirección de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán (DRBSM), en coordinación con personal del Centro de Formación Forestal (CEFOFOR) Occidente, la Universidad de Guadalajara, el Predio Particular Ex Hacienda de Ahuacapán y el Ejido Ahuacapán.
Fernando Gavito Pérez, director de la DRBSM dio a conocer que esta actividad ayudó en los procesos de capacitación de 95 participantes en el manejo de combustibles mediante quemas prescritas con aplicación de técnicas de ignición en bosques de pino – encino.
“Esta quema prescrita hecha en 127.30 hectáreas, significa la quema más grande en la historia del país dentro de bosques templados, significando un logro en organización, logística y coordinación inter e intra institucional, teniendo la participación de dueños y poseedores de predios, Gobierno Municipal, Estatal y Federal y la academia a través del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara; coordinados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas”, precisó Gavito Pérez.
Durante la actividad intervinieron brigadas de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, de la Comisión Nacional Forestal, de Gobierno del Estado de Jalisco, una Brigada Ejidal de Ahuacapán, Brigada Regional de la Hierbabuena; además de especialistas en Manejo Integrado del Fuego de la CONAFOR, de la CONANP y de la Universidad de Guadalajara.
Esta actividad es parte de las actividades enmarcadas en el Proyecto: “Implementación del Programa de Manejo del Fuego de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, la Cuenca Baja del Río Ayuquila y su zona de influencia”. apoyado por el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza.
Así mismo, este proyecto también es parte de las actividades del Proyecto: “Restauración de hábitat para la Conservación de los Colibríes Migratorios”, en el cual participan el Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara, el Western Hummingbird Partnership, la JIRA y la Dirección de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán.
Para realizar esta quema prescrita, con base en la NOM-015-SEMARNAT/SAGARPA-2007, fue necesario dar parte a las autoridades de seguridad y protección civil, así como entregar un aviso de quema al Municipio de Autlán de Navarro, quienes además apoyaron con dos paramedicos durante los cinco días en que se llevó a cabo la actividad.
Las acciones establecidas fortalecen la prevención de incendios forestales en el ANP al reducir combustibles en sitios de alto riesgo y promueven la regeneración de especies como los pinos y encinos de la zona en donde se llevó a cabo la actividad.
Gavito Pérez explicó que históricamente, los incendios forestales han sido observados como elementos catastróficos para la naturaleza, sin embargo, es importante visualizar el fuego como un elemento que es parte de la propia naturaleza y que su presencia, en la intensidad y temporalidad adecuada, es benéfico para los bosques templados, principalmente los aquellos conformados por especies de pino que son consideradas pirófilas o que dependen del fuego para prosperar.
“Al presentarse el fuego en los ecosistemas, se reduce la materia orgánica (hojas) que evitan que semillas de pino puedan germinar y que producen incendios forestales de alta intensidad, causando severos daños a los ecosistemas. De igual manera, el fuego ayuda a liberar las semillas de los pinos que se encuentran dentro de piñas, que en ocasiones son muy duras, y de esta forma al encontrarse en un sitio adecuado pueden prosperar dando regeneraciones de alta intensidad, manteniendo los ciclos naturales de los ecosistemas”, precisó el titular de la DRBSM.
Agregó que de no llevarse a cabo estas actividades de prevención, el combustible se acumula por decenas de años creando limitaciones para que los pinos puedan prosperar y de presentarse un incendio forestal, éste pueda ser de una intensidad muy alta y cause severos daños a los ecosistemas.
En este mismo contexto dijo que como parte de la dinámica de los bosques de pino, al presentarse cualquier proceso de perturbación, en este caso un incendio forestal; las primeras plantas en colonizar estos sitios son las denominadas pioneras, entre las que se encuentran diferentes especies de salvias; estas salvias son alimento fundamental para diferentes especies de polinizadores, los cuales son el sustento de la vida vegetal y animal, es así como esperamos que las salvias que prosperen en estos sitios sujetos a manejo del fuego, sean alimento para los colibríes residentes, así como los migratorios que visitarán la reserva en el mes de diciembre de este año.
Cabe destacar que la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, es hogar de las 24 especies de colibríes que se encuentran en el Occidente de México, incluyendo a Selasphorus rufus, una especie que nos visita desde Alaska, cada año, tratándose de la migración animal –en proporción a su tamaño- más larga de todo el planeta.
Finalmente, Fernando Gavito informó que en próximos días, académicos de la Universidad de Guadalajara, en coordinación con la Dirección de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, llevarán a cabo las evaluaciones de reducción de combustibles en el sitio y mantendrán un sistema de monitoreo al menos durante un año para corroborar los impactos obtenidos con las actividades descritas.