- Endocrinólogos, pediatras y nutriólogos supervisan planes de alimentación y ejercicio para que los menores tengan un peso adecuado a su edad.
- La edad de la población afectada inicia entre 6 y 8 años; la mayor incidencia se registra en adolescentes entre 13 y 15 años.
Ante el incremento de los índices de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fortalece las acciones para prevenir y combatir estos problemas de salud, con planes de alimentación y ejercicio supervisados por pediatras, endocrinólogos y nutriólogos.
Las estrategias contra la obesidad inician desde las Unidades de Medicina Familiar y Hospitales Generales de Zona del Seguro Social, donde está el grueso de la población con obesidad, destacó el doctor Agustín Guzmán Blanno, adscrito al servicio de Endocrinología Pediátrica del Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza.
En el marco del Día Mundial de la Obesidad, explicó que sobrepeso y obesidad cada vez se identifican a más temprana edad, pues los menores afectados están en el rango de seis a ocho años, mientras que el grueso de pacientes que llegan para tratamiento son adolescentes, entre 13 y 15 años.
Resaltó que de acuerdo con estudios a nivel mundial, se ha comprobado que el peso de la madre durante la gestación puede ser factor de riesgo para obesidad, por lo tanto; la alimentación se debe cuidar desde que el niño está en el útero de su madre y ella debe cuidarse antes de embarazarse.
El doctor Guzmán Blanno precisó que es fundamental el papel del nutriólogo, quien orienta a los padres y pacientes con menús de alimentación fijos en calorías, a fin de que los menores tengan un crecimiento y desarrollo armónicos de acuerdo con su edad y al mismo tiempo les ayuden a bajar de peso.
Adicionalmente, subrayó, el IMSS está buscando incorporar a educadores físicos para enseñar a la población a realizar ejercicio en casa, no sólo cuando acuden a un deportivo o a una clase, sino hacer ejercicio cotidiano durante 30 a 60 minutos para tener un gasto calórico.
Dijo que cuando el niño con obesidad no tiene complicaciones metabólicas como diabetes tipo dos, hipertensión o hígado graso, es vigilado por su médico pediatra o familiar, para que continúe con un plan de alimentación sano a lo largo de su vida.
En caso contrario, por ejemplo, si tiene diabetes; añadió, el paciente recibe atención en Unidades Médicas de Alta Especialidad o Tercer Nivel, en este caso en Endocrinología Pediátrica, para prescribir los tratamientos necesarios con metformina o insulina; u otros fármacos, cuando el niño no tiene un adecuado metabolismo.
El especialista del Seguro Social recalcó que el tratamiento de la obesidad en pediatría se basa en alimentación sana y ejercicio cotidiano; solamente se indican medicamentos cuando hay complicaciones: diabetes, hipertensión, hígado graso y apnea del sueño; así como en alteraciones de las articulaciones como tobillos, rodillas y cadera que son frecuentes.
Para erradicar este problema de salud en población joven, donde México sigue ocupando el primer lugar a nivel mundial, recomendó que los padres procuren la alimentación saludable, evitar refrescos y productos chatarra; que la actividad física vaya más allá de la caminata, porque no es suficiente para bajar de peso; debe ser caminata en terreno inclinado; subir y bajar escaleras; trotar o correr de 30 a 60 minutos al día, cuidando las articulaciones de los niños que son muy vulnerables.