Estudiar en el extranjero conecta a uno con el mundo: Estudiante en Friburgo

 

 

*Pavel Alejo López, del Bachillerato 20 de la UdeC, estudia en Alemania gracias al apoyo de los Colegios Unidos del Mundo (UWC).

 

“Conoces otras culturas y formas de pensar, porque así como hay en el colegio donde estudio personas católicas, hay musulmanes o hindúes; esto, más que generar algún tipo de conflicto, genera entendimiento entre nosotros. Conectas con el mundo de una forma que no podría ser posible en ningún otro lugar”, dijo Pavel Alejo López al platicar en entrevista sobre su experiencia durante el último año escolar en el Colegio Robert Bosch, en Friburgo, Alemania.

 

En dicha institución, el colimense cursa su educación de bachillerato gracias al apoyo financiero del proyecto internacional Colegios Unidos del Mundo (UWC, por sus siglas en inglés), que cuenta con 18 campus alrededor del mundo y reúne a 100 diferentes nacionalidades en cada uno de sus planteles.

 

Constituida en 1962 por el pedagogo alemán Kurt Hahn, los United World Colleges son la única organización educativa que reúne alumnos de todo el mundo seleccionados en sus propios países con base en sus propios méritos personales y académicos, sin importar su situación económica. Tiene su sede en Londres, Inglaterra.

 

Los estudiantes, una vez seleccionados, asisten a uno de los 18 Colegios del Mundo Unido, ubicados en 16 países, que tienen como objetivo promover la educación y lograr el entendimiento y la paz internacional. Casi 50 mil estudiantes de 180 naciones distintas han estudiado en un UWC.

 

Existen además cerca de 160 Comités Nacionales, que normalmente son formados por exalumnos de estos colegios y por personas interesadas en apoyar el movimiento, que se encargan de seleccionar a los jóvenes, de recaudar fondos y promover los valores de los UWC. México participa en los UWC desde 1977, a través de la Asociación Mexicana pro Colegios del Mundo Unidos AC.

 

Pavel Alejo, quien cursó su primer año de nivel medio superior en el Bachillerato 20 de la Universidad de Colima, supo por primera vez sobre Colegios Unidos del Mundo cuando estudiaba en la secundaria de talentos, en Tecomán. Dijo, además, que el programa que estudia es de Bachillerato Internacional, que le permite obtener un diploma reconocido a nivel mundial por la mayoría de las universidades.

 

Destacó que existe una brecha académica entre la educación de los mexicanos y otros estudiantes, como los alemanes o los japoneses, lo que supone un reto de exigencia importante: “Esta diferencia vuelve complicadas las cosas, pero te motiva a trabajar más, de una forma que quizá no conocías, y a aplicar principalmente tu creatividad”.

 

Añadió que, si bien este programa académico da la posibilidad de seguir estudiando en casi cualquier universidad del mundo, existe el compromiso moral entre los becarios de retribuir a su comunidad parte de lo aprendido; “lo que busca Colegios Unidos del Mundo es que te prepares, que tomes lo mejor que te puede ofrecer la asociación, para retribuir luego al país y principalmente a la comunidad, de forma que cuando la red de graduados sea extensa, generemos cambios a través de nuestras acciones”, enunció.

 

El universitario abundó que, como parte de su formación, participa en un programa denominado CAS (Creatividad, Actividad y Servicio), que consiste en brindar servicio en la ciudad donde se encuentra como estudiante: “He apoyado como tutor de inglés en una escuela alemana: hay compañeros que apoyan en campos de refugiados y otros que van a los asilos o a orfanatos. Todos trabajamos involucrándonos con la ciudad”, dijo.

 

Comentó que dos semanas al año su colegio impulsa proyectos de trabajo y servicio que los alumnos realizan en otros países de Europa en apoyo a diferentes instituciones: “Por ejemplo, hay quien ha ido a Roma para trabajar con Cáritas repartiendo comida; hay quien ha ido a Londres a desarrollar otro tipo de servicios y otros más han ido a Ámsterdam”.

 

El joven, que cuenta actualmente con 17 años de edad, señaló que durante este último año la UdeC ha estado presente gracias a la formación que recibió en el Bachillerato 20, donde el área de Analista Químico le dio herramientas de trabajo y un soporte para afrontar sus retos académicos en Alemania; “al concluir mi formación en este programa quiero regresar a Colima y a mi universidad para retribuir una parte de lo mucho que he recibido”.

 

Por su parte, la madre de Pavel Alejo, Yensuni López, señaló que ha notado un cambio impresionante en su hijo, tanto en la parte de su desempeño académico como en su madurez. Sin embargo, añadió, “existe mucho miedo por parte de los padres de familia en soltar a sus hijos para que participen en este proyecto. Fuimos a secundarias a promover las becas de los UWC, y aunque hemos visto mucho talento, nos encontramos con puertas cerradas por el miedo y porque los papás no dejan ir a los jóvenes”.

 

Finalmente dijo que, en su caso personal y el de su esposo, “fue difícil al principio tomar esta decisión y dejarlo marchar, porque existen muchos tabúes al respecto, pero después de un año los resultados han sido muy positivos”.