+El 70 % no son atendidos por tutores al considerarlos flojos o problemáticos, señala especialista de la dependencia estatal
La Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado señaló que hasta un 6% de la población infantil (un millón 600 mil niños en México) padece el trastorno por déficit de atención -en los adolescentes se presenta en el 8%-, de los cuales, un 70% no están recibiendo atención porque son catalogados como niños flojos o con problemas de conducta.
Al respecto, especialistas de la dependencia señalaron que el niño que no es atendido por el déficit de atención y es olvidado, será una persona que en edad adulta pueda dejar la escuela o tener problemas de ansiedad o depresión, así como caer en el consumo de drogas por no lograr manejar su conducta.
Por ello, en el marco del Día Internacional por Déficit de Atención e Hiperactividad, la Secretaría de Salud detalla que se cuenta con una guía para el manejo del menor de edad que presenta este trastorno con o sin hiperactividad, el cual, es más común en el género masculino, ya que de 3 a 5 casos que se presentan, uno es femenino.
Los síntomas del trastorno se presentan frecuentemente en la población menor a los 7 años, aunque también se puede detectar entre los menores de 3 y 5 años, edades en las que se inicia con un manejo de psicología, actividad deportiva y de terapia de aprendizaje o de lenguaje.
Los especialistas explicaron que se trata de un trastorno neurobiológico o del neurodesarrollo que se caracteriza por tener datos de inatención, lapsus de atención corto o no lograr su atención.
Su origen es 65% genético y hereditario y se clasifica en tres tipos: puede ser con hiperactividad, sin hiperactividad o sólo la hiperactividad. Para ser diagnosticado, es necesario que el paciente acuda con el pediatra, neuropediatra, psicólogo o pedagogo.
El trastorno por déficit de atención es multifactorial, por lo que el tratamiento es multidisciplinario. Inicialmente, la terapia que se maneja a estos niños es la cognitivo-conductual, a fin de que el menor se ayude a moderar sus conductas e incluso la autoestima.
En este sentido, otra parte del tratamiento es la familia, misma que tiene que poner su parte en cuanto a la imposición de límites y los riesgos que corren al no hacer las cosas adecuadamente, a fin de que los menores sean conscientes de las consecuencias.
De la misma manera, un menor con este trastorno también debe ser atendido por el área de medicina en comunicación humana, ya que al momento que el niño no tiene control de los impulsos, tiende a ser distraído y debe descartarse la hipoacusia con un estudio de audición, o cuando no pone atención cuando le hablan, va a tener un problema de lenguaje y debe realizarse una evaluación de este mismo.
En esta misma área también se hacen exámenes de laboratorio para descarta hipotiroidismo, se da atención psicológica y se aplican otros cuestionarios.